Un artículo de Osvaldo J. Hernández Soto,
Catedrático del Programa de Educación y Educación Física
en la Universidad Interamericana de Puerto Rico

Ejercicio es un tipo de actividad física que posee un objetivo (modificar los componentes de la aptitud física, mejorar el estado de salud, rehabilitar) y una estructura programática (frecuencia semanal, duración de la sesión, esfuerzo de la actividad, naturaleza o tipo de movimientos).

El ejercicio ha sido descrito como una medicina natural. Es por ello por lo que es parte de la rehabilitación, promoción de salud y prevención de enfermedades. Así que debe quedar claro que el ejercicio no se limita a los atletas que entrenan para competir.

La importancia del ejercicio es tal que es recomendado por organizaciones nacionales y mundiales. La Asociación Americana del corazón lo incluye dentro del modelo Life’s Essential 8; la Organización Mundial de la Salud también lo refiere. En la actualidad, el Colegio Americano de Medicina Deportiva (CAMD), 2018 sugiere la prescripción de esta medicina natural como parte del tratamiento de las siguientes patologías: artritis, osteoporosis, hipertensión, diabetes, obesidad, fibromialgia, asma, problemas de espalda baja, cerebrovascular, problemas pulmonares, trasplantados de corazón, enfermedades arteriales, problemas en los riñones, párkinson, lesiones en el cordón espinal, síndrome de down, dislipidemia, síndrome metabólico, cáncer, múltiples condiciones de salud, etc. No obstante, debe quedar claro las patologías no poseen edad y que esta medicina natural beneficia al que este enfermo y que no lo está.

El ejercicio es parte de la rehabilitación, promoción de salud y prevención de enfermedades

Las diferentes recomendaciones evidencian que el ejercicio es parte integral del tratamiento. Aunque la mirada del CAMD se enfoca en la prevención secundaria y terciaria, el ejercicio debería ser la norma. Promovido y usado mucho más para prevenir (primaria), convertido en un hábito, parte del estilo de vida de las personas. Sin utilizar la edad, enfermedad o entre otras las facilidades como barreras.

Ejercicios clásicos naturales son caminar, trotar, correr. Este tipo de experiencias de movilidad no requiere ningún tipo de implemento para hacerlo; son de naturaleza cíclica y ejercicio clasificados como aeróbicos. En adición, a los ejercicios antes indicados, las rutinas bailables, la bicicleta (de ruta o estática), son actividades muy propias para la salud.

Un ensayo con corredores masters en Puerto Rico con edad promedio de 66 años, sostuvieron que llevaban más de 20 años ejercitándose a nivel competitivo. Preferían distancias para competir mayores de 10 kilómetros. Se ejercitaban sobre el 70% de su capacidad y en promedio durante la semana acumulaban 48 kilómetros.

Expresiones de algunos otros adultos mayores que se han mantenido ejercitándose a través del curso de sus vidas, afirmaron que: “hacer ejercicio me da alegría y felicidad…siento un reto y si el deporte no me lo provee, lo creo”, “hago multi deportes; es la base para una buena salud, he valorado eso a través de toda la vida, soy una persona bien saludable” (Dra. Anita Rivera Brown, 2023); “hacer ejercicio conlleva un concepto de mantener el cuerpo sano, retrasar el envejecimiento o ayudar a retrasar aquellas condiciones crónicas que tienes, esa es la única razón por la que me ejercito” (Dr. Ángel Romero, Medicina Interna, 2023).

Los testimonios en referencia vienen expertos en las Ciencias del ejercicio y la Medicina. Son modelos y promulgan lo que conocen. Poseen el conocimiento y lo ponen en acción. De igual forma, experiencias de adultos mayores en programas de ejercicio en centros de servicio evidencian denotan las múltiples bondades de este tipo de medicina natural; algunas expresiones indican:

“Con los ejercicios me siento bien, contenta y alegre, antes me sentía con mareos y débil; los ejercicios me han mejorado la artritis, me siento más fuerte, aconsejo a la gente que los hagan porque son importantes para la salud” (Señora de 97 años); “me siento con salud, puedo mover los brazos con facilidad y caminar bien, cada día tengo más fuerzas para seguir adelante; el ejercicio me ha ayudado en la salud, socialmente, en todo; le aconsejo a las personas de edad mayor hacer ejercicios porque es bueno en las mañanas y en todo el día para laborar” (Señora de 67 años).

Recolectar y documentar estas vivencias invitan a la reflexión de la importancia del ejercicio a lo largo de la vida y valida que “vivir más es activo, no pasivo. Uno crea su propio destino”, (W. Bortz).

Retomando la estructura del ejercicio y describiéndolo como una actividad en la que se gasta energía, repetitiva, de larga duración, con secuencia y finalidad; continuación, se describen los componentes de las guías de prescripción de ejercicio propuestas por el CAMD.

Tipo de movimiento o ejercicioDuraciónIntensidadFrecuencia
Naturaleza aeróbica, fuerza, flexibilidad30-60 min 20-40 minModerada 40-60% Vigorosa 60-90% Combinada5 moderado 3 vigoroso 4 combinados
Caminar, bicicleta, nadar/uso de bandas elásticas, pesas/ movilidad estática o dinámica*Aeróbico: Debe ser más de 20 min*Fuerza 60-70% RM 2-4 set 8-12 reptDebe ser más de 3 veces 3 aeróbico y 2 fuerza (flexibilidad se integra)
Volumen: + 7500 pasos/d 500-1000 MET/S

*Flexibilidad 2-3 d/S 20-30 seg

Finalmente, no se debe omitir la preparación previa a ejercitarse. Esta implica, aumentar la temperatura corporal, calentamiento y luego tareas de flexibilidad. Tanto el calentamiento, la flexibilidad o estiramiento, y el enfriamiento o vuelta a la calma son partes esenciales en cada sección de ejercicio.

El calentamiento es una actividad que pone al cuerpo en disposición para realizar trabajo físico, aumenta la temperatura del músculo y lo hace más elástico, estimula la circulación. Tanto el calentamiento y la flexibilidad adecuados pueden reducir el riesgo de una lesión ortopédica. Es por lo que toda rutina de ejercicio debe preceder a una sección de calentamiento y un estiramiento.

Practicar ejercicio físico es una gran idea si queremos mejorar la salud”, Hipócrates

Sobre el autor

Osvaldo J. Hernández Soto es Catedrático del Programa de Educación y Educación Física en la Universidad Interamericana de Puerto Rico, San Germán. Posee: Doctorado en Educación de la Universidad Interamericana de Puerto Rico, Recinto Metro (2002), Maestría en Salud Pública de la Escuela de Medicina Recinto de Ciencias Médicas en Puerto Rico (2003), Maestría en Gerontología Social de la Universidad de Barcelona, España (2016), Doctorado en Investigación Gerontológica de la Universidad Maimónides, Buenos Aires, Argentina (2019).

Mantiene un Proyecto Comunitario en el Centro Esperanza para la Vejez de San Germán (1998-Presente) y su línea de investigación es la Actividad física/Ejercicio/Tiempo sentado/Bienestar psicológico en adultos mayores. Posee varias publicaciones en revistas profesionales.

osvaldo_hernandez@nullintersg.edu
ojhsui@nullgmail.com