Un artículo de Juan Carlos Santamaría,
director de Comunicación de Inithealth
En cuanto me pongo a pensar en las diferencias entre actividad física, ejercicio físico y deporte, casi siempre me viene a la cabeza que hace mucho que no practico mi deporte favorito: el alpinismo. Y sí, he dicho deporte, porque está reconocido como tal, pero en su sentido más estricto, si no hay competición, deberíamos considerarlo ejercicio físico, que es una actividad planificada, estructurada y repetitiva que busca un objetivo claro como meta.
Para la OMS (Organización Mundial de la Salud) en el concepto actividad física entra cualquier movimiento corporal producido por los músculos esqueléticos, con el consiguiente consumo de energía. La actividad física hace referencia a todo movimiento, incluso durante el tiempo de ocio, para desplazarse a determinados lugares y desde ellos, o como parte del trabajo de una persona.
La OMS dice que la actividad física, tanto moderada como intensa, mejora la salud. Recomendaba en 2020 por lo menos de 150 a 300 minutos de actividad física aeróbica de intensidad moderada o vigorosa por semana para todos los adultos, incluidas las personas que viven con afecciones crónicas o discapacidad, y un promedio de 60 minutos al día para los niños y adolescentes.
Las estadísticas de la OMS ya nos indicaban que el 25% de los adultos y el 80% de los adolescentes no realizan suficiente actividad física, esa actividad física regular que es clave para prevenir y ayudar a manejar las cardiopatías, la diabetes de tipo 2 y el cáncer, así como para reducir los síntomas de la depresión y la ansiedad, disminuir el deterioro cognitivo, mejorar la memoria y potenciar la salud cerebral.
Tengamos en cuenta al Director General de la OMS, Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, cuando dijo que “la actividad física es fundamental para la salud y el bienestar, ya que puede ayudar a añadir años a la vida y vida a los años”.
Los adultos de más edad no deberían quedarse fuera de la ecuación
Empresas centradas en el cuidado de los mayores como Cuideo, tienen claro la importancia de la realización de algún tipo de actividad física para favorecer la movilidad y evitar enfermedades que se aceleran o son provocadas por el sedentarismo, que afecta a todas las edades, pero en personas de la que se suele llamar tercera edad, la actividad física es mucho más importante, ya que de eso depende en gran parte su autonomía e independencia.
Con el envejecimiento, las personas mayores suelen hacerse más dependientes, ya que aparecen muchas limitaciones causadas por el paso de los años. La edad causa deterioro físico, que puede retrasarse manteniendo el hábito de practicar ejercicio físico, siempre teniendo en cuenta las limitaciones de cada paciente.
La compañía de Seguros Sanitas recomienda a los mayores de 65 años actividades anaeróbicas o de fortalecimiento o musculación 2 o 3 días a la semana y actividades aeróbicas o de resistencia durante al menos 75 minutos a la semana. Para las personas que presentan movilidad reducida es fundamental que realicen ejercicio físico al menos 3 días a la semana para mejorar su equilibrio y evitar caídas. El ejercicio físico también juega un papel muy importante en la salud neuropsicológica, mejorando el patrón del sueño, la salud cognitiva y los estados depresivos.
En Ubikare realizan programas de ejercicio personalizado para personas mayores con el fin de adaptar la actividad a cada paciente y necesidad, para que gracias a las intervenciones realizadas por sus educadores físicos, poder así conseguir mantener el estado físico de la persona o incluso llegar a mejorarlo. Para conseguir este objetivo realizan diferentes actividades relacionadas con la fuerza, resistencia, equilibrio y bienestar general, con ejercicios adaptados y personalizados según el estado del paciente.
¿La tecnología puede ayudar a mejorar la eficacia de los programas de actividad física?
La respuesta la tenemos en la conclusión de un metaestudio elaborado como primer paso de una tesis en marcha del investigador Toni Caparrós, dentro del programa de Salud y Psicología de la Escuela de Doctorado de la UOC (Universitat Oberta de Catalunya) y dirigida por Carme Carrion, investigadora principal del grupo eHealth Lab, de los Estudios de Ciencias de la Salud, y colaboradora del eHealth Center: “La efectividad y la adherencia de los programas de actividad física tienden a ser mayores cuando estos han sido prescritos mediante dispositivos digitales móviles que cuando lo han sido de forma presencial o sin soporte tecnológico”.
“La primera conclusión destacable es que las intervenciones de ejercicio físico en el ámbito digital son igual o más efectivas que las presenciales«, explica Caparrós.
Estaremos atentos a los próximos estudios para ver cómo la tecnología de Salud Digital nos puede ayudar a añadir años a la vida y vida a los años.
Sobre el autor
Juan Carlos Santamaría es el director de Comunicación de Inithealth, plataforma tecnológica que permite construir soluciones Mobile Health para acompañar a las personas en la gestión de su salud y bienestar a través de planes de salud personalizados y gamificados, desarrollada por Grupo Init.
Está entre los 25 principales influencers de tecnología sanitaria de Twitter de todo Europa, según publicación del Financial Times y es el primero de los 4 influencers españoles de tecnología sanitaria que están entre los 150 más importantes del mundo en LinkedIn, según publicación de Exponential Healthtech.
Es Cofundador de Health 2.0 Basque, miembro del Comité Científico del I Congreso de Economía Plateada y Embajador Adjunto de Aging 2.0 Bilbao, el capítulo vasco de la red global de innovación en longevidad.
Twitter: @jsantamariaglez
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