La residencia para personas mayores Emera Móstoles ha abierto sus puertas y recibido ya a sus primeros residentes. Este nuevo centro, de 148 habitaciones, ofrece cuidados asistenciales y servicios hosteleros de alta calidad, brindando a los mayores un entorno acogedor y seguro.
La residencia Emera Móstoles situada estratégicamente cerca de importantes centros médicos y con buenas conexiones de transporte, se sitúa al noroeste del municipio, en la calle Agustín de Betancourt, 15, enfrente del Hospital Universitario Rey Juan Carlos y a tan sólo 10 minutos en coche del Hospital Universitario de Móstoles.
Está bien comunicada tanto por carretera (A5, M50, M506), como por transporte público, con Madrid y las poblaciones colindantes: Villaviciosa de Odón, Alcorcón, Fuenlabrada y Leganés entre otras.
El centro dispone de un total de 148 habitaciones (18 dobles y 130 individuales) y distintos espacios comunes, como un gimnasio completamente equipado, salas de terapia, salones de estar, comedores y un restaurante donde se sirven los menús elaborados por el mismo centro.
El estudio especializado en arquitectura y diseño de interiores Requena y Plaza ha sido el encargado del interiorismo de este nuevo centro del Grupo Emera. El proyecto ha buscado dotar al edificio de una estética fresca, descargada, vitalista y tranquila. Así, azul, beige, verde, coral y turquesa son los colores predominantes en cada una de las plantas, y se combinan con maderas y vegetación que igualmente se integran en la decoración.
El elemento conductor del diseño es la gran cantidad de luz natural que baña el edificio, además de los colores seleccionados, que aportan una gran luminosidad adicional, dotando al espacio de una integración completa entre interior y exterior. Con la transparencia de los muros se ha logrado un espacio de tranquilidad y descanso, con la comodidad del aislamiento térmico, pero con amplias vistas de los jardines y alrededores.
Este aspecto es también importante para fomentar las necesidades de movilidad y ejercicio de los residentes. Cada uno de los elementos estilísticos, tanto en las zonas comunes como en las habitaciones de los residentes, cumple una función. Se apuesta por la simplicidad y, gracias a la combinación entre materiales.
Emera Móstoles consta de cuatro plantas y está dividida en unidades de convivencia que tienen en consideración el nivel de dependencia de cada grupo de residentes, lo que permite atender tanto a personas más autónomas como asistidas en entornos adaptados para cada una de ellas.
En cada una de las tres plantas primera a tercera 38 habitaciones, con ventanales que inundan todas ellas de luz, y una zona central con salón y también comedor para los usuarios en cada una de ellas. En la cuarta planta, hay disponible -para los residentes- un Club Social, restaurante, terraza y también 18 habitaciones individuales.
En la planta baja, a la Unidad de Cuidados Especiales (U.C.E.) se le ha querido dar un toque vintage usando una decoración más clásica, tanto con los frisos de madera y muebles fabricados, las telas elegidas, la iluminación y los cuadros (táctiles en esta área). Todo ha sido elegido para ofrecer un entorno lo más parecido a su hogar para las personas que lo habitan y para ayudar, a los residentes que sufren de algún deterioro cognitivo o alteración de la conducta, a que se ubiquen e identifiquen con el espacio. La U.C.E. cuenta con 16 habitaciones.
En general se ha buscado expresamente dar al centro un toque de calidez y mucha luz en los colores, que no siendo muy fuertes dan mucha luminosidad a las estancias, como los colores aguamarina utilizados en la Recepción. El resto de las plantas poseen su propia personalidad gracias a diferentes colores relajados y suaves como azul en el área U.C.E., beige para la primera planta, verde para la segunda, coral en la tercera, y para la cuarta turquesa.
Además, usuarios y familiares podrán compartir momentos agradables en la cafetería o los espacios al aire libre de la residencia, ya que dispone de varias terrazas y zonas ajardinadas con todo tipo de comodidades.
Las instalaciones asistenciales han sido también concebidas para permitir todo tipo de estancias, tanto permanentes como temporales (por recuperación, postoperatorio, respiro familiar, etc.), sin duración mínima de estancia.