La prestación farmacéutica en centros sociosanitarios se ha legislado y desarrollado de forma muy diferente entre las distintas Comunidades Autónomas y sólo de manera reciente algunas han comenzado a poner en práctica nuevos modelos para integrar la asistencia sociosanitaria en la prestación farmacéutica hospitalaria, tal y como se expuso en la jornada «Modelos de Gestión de Prestación Farmacéutica en el Ámbito Sociosanitario» organizada por Otsuka Pharmaceutical, en colaboración con BIOEF y Osakidetza.
Como se incidió en este encuentro, ante el envejecimiento de la población y el incremento progresivo del número de pacientes crónicos, pluripatológicos y polimedicados, el principal desafío para la atención sociosanitaria es cómo dar la asistencia necesaria a estos pacientes y mantener la sostenibilidad del Sistema Nacional de Salud.
En la actualidad, la atención sanitaria prestada en los centros de asistencia social, como residencias de personas mayores, no se encuentra integrada, o bien lo está de forma parcial, en las estructuras del Sistema Nacional de Salud. Las Comunidades Autónomas trabajan en Modelos de Gestión de Prestación Farmacéutica en el Ámbito Sociosanitario que se basen en una evaluación multidimensional, centrada en el paciente, y realizada por equipos interdisciplinares para establecer un plan de cuidados avanzado con la finalidad de mejorar la calidad de vida del paciente.
Incremento de riesgo de eventos adversos relacionados con la farmacoterapia
En este contexto, uno de los mayores retos del desarrollo de los modelos de gestión sociosanitarios, es el incremento de riesgo de eventos adversos relacionados con la farmacoterapia, una menor adherencia a las pautas de tratamientos farmacológicos y, en general, el riesgo de un mayor fracaso terapéutico.
Tal y como señaló durante su intervención en esta jornada Iñaki Betolaza, director de Farmacia del Gobierno País Vasco, “gestionar la medicación de estas personas tiene su grado de complejidad, ya que presentan un elevado nivel de polimedicación, lo que nos plantea la necesidad de un abordaje diferente al que hemos venido manteniendo hasta la fecha. Para ello, hemos incorporado profesionales farmacéuticas y desarrollamos un análisis en profundidad de los medicamentos que tienen prescritos estas personas, se realiza una revisión exhaustiva del uso de la medicación y se realiza un seguimiento de la misma, integrados con los equipos asistenciales de las residencias, tanto al ingreso en la residencia, en las transiciones asistenciales o cuando surgen nuevas necesidades en cuanto al análisis de nuevas indicaciones”.
Por su parte, Montserrat Bango, directora general de Política y Planificación Sanitarias del Principado de Asturias, destacó que “para reducir riesgos derivados de la farmacoterapia, el modelo de gestión sociosanitaria de Asturias se basa en el depósito de medicamentos en el centro sociosanitario que a su vez está vinculado al servicio de farmacia hospitalaria de referencia de cada el área sanitaria.
“Este sistema se articula con la guía farmacoterapéutica, de manera que se seleccionan los fármacos más eficientes, lo que ayuda reducir los riesgos de una menor adherencia a las pautas de los tratamientos y, en general, disminuye el fracaso terapéutico. Además, permite la validación de la prescripción y su seguimiento, identificando problemas relacionados con la medicación”, recalcó.
Por otra parte, Montserrat Bango señaló que “la atención primaria asturiana ha comenzado a utilizar una herramienta de optimización farmacoterapéutica que ayuda a los farmacéuticos de Atención Primaria a la revisión de los tratamientos de los pacientes crónicos complejos polimedicados”.
Silvia Reboredo García, subdirectora Xeral de Farmacia de la Conselleria de Sanidade de la Xunta de Galicia, aprovechó su intervención para enumerarlos beneficios del modelo de gestión sociosanitaria llevado a cabo en Galicia, destacando que “la integración del farmacéutico en el equipo asistencial de los centros sociosanitarios garantiza una optimización de la farmacoterapia que favorece la obtención de los mejores resultados en salud de las personas que viven en los centros sociosanitarios, y que se ajusta a sus necesidades y expectativas, así como las de los profesionales. La existencia de una Guía Farmacoterapéutica y de práctica clínica de centros sociosanitarios añade criterios de homogeneidad y equidad, a la calidad de la prestación farmacéutica suministrada a estos centros y, siempre, de manera eficaz, eficiente, integrada y coordinada con los otros niveles asistenciales”.
“Este modelo permite el establecimiento de un sistema de dispensación de la medicación en dosis unitarias o multidosis, que garantiza los procesos de preparación y dispensación, permite la trazabilidad de todo el proceso y garantiza un seguimiento individualizado de la adherencia terapéutica de los pacientes reduciendo, además, el número de contactos de los pacientes con los servicios asistenciales”, concluyó.
Integración de los farmacéuticos en los equipos de atención sociosanitaria
Por su parte, Raquel Olalla,de la Dirección General de Ordenación, Farmacia e Inspección del Gobierno de Cantabria, hizo hincapié en la importancia de desarrollar un modelo de gestión sociosanitaria en Cantabria dado que “la complejidad de estos pacientes y sus tratamientos hace necesaria la integración de los farmacéuticos en los equipos multidisciplinares de atención sociosanitaria, buscando la efectividad, seguridad y la eficiencia de los tratamientos. Necesitamos optimizar los recursos sanitarios y sociales y conseguir una gestión integrada que incorpore la información de los distintos ámbitos asistenciales”.
Los expertos reunidos en la Jornada «Modelos de Gestión de Prestación Farmacéutica en el Ámbito Sociosanitario» organizada por Otsuka Pharmaceutical, en colaboración con BIOEF y Osakidetza, destacaron que los retos que plantea a futuro en la gestión sociosanitaria se centran principalmente en el desarrollo de un trabajo centrado en la Atención Farmacéutica que mejore la calidad, seguridad, equidad y eficiencia de las personas mayores y ayude a mejorar la sostenibilidad del sistema de salud.
“Un trabajo centrado en las personas, en nuestras personas mayores y en aquellas en situación vulnerable y de fragilidad que supone un cambio y un avance muy importante, significativo y sustancial en el modelo de atención a las personas residentes en las residencias de personas mayores y centros sociosanitarios tanto a nivel farmacéutico como del conjunto asistencial”, concluyó Betolaza.