Un estudio realizado por Audika España revela datos importantes sobre los hábitos de higiene auditiva en España. Mientras que la mayoría sigue una rutina regular, existe preocupación por el uso incorrecto de bastoncillos y otros métodos que pueden ocasionar obstrucciones y lesiones. Mantener una limpieza adecuada y acudir a especialistas en caso de molestias son recomendaciones clave para preservar la salud auditiva a lo largo de toda la vida.
Audika España, compañía del grupo Demant, ha llevado a cabo un estudio interno con el objetivo de profundizar en la rutina de higiene auditiva de los españoles. Los resultados obtenidos revelan datos significativos sobre los hábitos de cuidado de los oídos en la población.
De acuerdo con la investigación, un 20,9% de los encuestados no sigue una rutina de higiene auditiva regular, mientras que el 79,1% sí la practica. Dentro de este último grupo, se observa que el 45,2% realiza la limpieza auditiva más de dos veces a la semana, el 27% lo hace una vez a la semana, y el 4,3% cada 15 días. Sin embargo, es importante señalar que el 23,5% restante solo se preocupa por la limpieza de sus oídos cuando sienten que están sucios.
Tal y como explica explica Elena De la Fuente, audioprotesista de Audika, “mantener una rutina adecuada de higiene auditiva es esencial para el bienestar en general. Lo mejor son 2 o 3 días de limpieza a la semana. Para evitar acumular un exceso de cera que nos evite sufrir algún tipo de molestia, infección, pitidos en los oídos o vértigos y al mismo tiempo es importante conservar un mínimo de cera que mantenga nuestros oídos protegidos”.
“Los resultados extraídos en el estudio demuestran una buena concienciación sobre la importancia de mantener una rutina de cuidado auditivo y prevenir posibles problemas en el futuro”, señala la experta.
No obstante, es preocupante que, a pesar de la frecuencia de limpieza, el 37,4% de los participantes utilice bastoncillos, un método desaconsejado por los profesionales médicos debido a los posibles daños que puede ocasionar en el canal auditivo y el tímpano.
Y es que el uso de bastoncillos interfiere con el mecanismo natural de autolimpieza del oído, ya que empuja el cerumen hacia el interior, lo que puede provocar obstrucciones, irritaciones e incluso lesiones. Además, su uso incorrecto puede resultar en perforaciones del tímpano, infecciones, dolor y pérdida auditiva temporal o permanente.
El oído posee un mecanismo natural para la expulsión gradual del cerumen hacia el exterior. Por tanto, se recomienda mantener una buena higiene auditiva limpiando suavemente el pabellón auditivo externo con un paño suave. En este sentido, el estudio revela que un 13,9% de los participantes utiliza gasas y un 30,4% utiliza toallas para este propósito.
Además de los datos sobre el uso de bastoncillos, el estudio también ha recopilado información sobre otros malos hábitos relacionados con la higiene auditiva, como el uso de las manos, horquillas, llaves o agua oxigenada. Audika enfatiza que ninguna de estas opciones es recomendable en ningún momento. En caso de detectar una acumulación notable de cerumen, es aconsejable acudir a un especialista para una revisión adecuada.
El estudio de Audika también ha destacado que el 32,2% de los encuestados ha experimentado en algún momento molestias auditivas asociadas a tapones en los oídos. Cerca del 20% de los participantes ha indicado que estas molestias son más frecuentes durante los meses de verano, lo cual podría estar relacionado con la exposición prolongada al agua.
“En verano es muy importante proteger los oídos para evitar la otitis y la formación de tapones. Por eso, como profesional de la salud auditiva, es recomendable en épocas estivales una correcta higiene de la salud auditiva”, explica De la Fuente.
Esta experta recomienda que, ante la presencia de un posible tapón en el oído o síntomas similares, es fundamental acudir a un especialista lo antes posible para recibir un examen y consejo profesional sobre el mejor tratamiento, y preservar al salud auditiva, evitando el uso de productos sanitarios sin la previa consulta a un médico.