Un artículo de José Luis Morencia Fernández,
presidente del Colegio Profesional de Fisioterapeutas de Castilla y León (CPFCYL)
Coautora: Belén González de Simón, coordinadora servicios sociales del CPFCYL
En los últimos años, el avance de la tecnología ha permitido el desarrollo de numerosas herramientas y dispositivos que pueden ayudar a mejorar la calidad de vida de las personas mayores. Desde aplicaciones móviles hasta dispositivos de monitoreo de la salud, estas tecnologías están cambiando la forma en que se aborda el envejecimiento y se proporciona atención médica.
Una de las formas en que las nuevas tecnologías pueden mejorar la salud de las personas mayores es a través de la telemedicina. La telemedicina permite a los pacientes mayores conectarse con sus médicos y recibir atención médica sin tener que salir de sus hogares. Esto es especialmente importante para aquellos que tienen dificultades para desplazarse o que viven en áreas remotas donde no hay acceso a atención médica.
Según un estudio publicado en el Journal of the American Medical Association, la telemedicina puede ser tan efectiva como la atención médica tradicional para el tratamiento de enfermedades crónicas en pacientes mayores (1). Estos servicios están en muchos casos ya activos en algunos seguros privados, como Sanitas o Segurcaixa, y en el ámbito público se han llevado a cabo iniciativas y pilotajes con carácter experimental.
La monitorización de la salud en el hogar es otra baza importante para mejorar la salud por medio de las nuevas tecnologías. Los dispositivos de monitoreo de la salud (wearables), como los relojes inteligentes y los sensores de actividad, pueden ayudar a los pacientes mayores a monitorear su salud y detectar problemas de forma precoz. Un estudio publicado en el Journal of Medical Internet Research encontró que la monitorización de la salud en el hogar puede mejorar la calidad de vida de los pacientes mayores y reducir el riesgo de hospitalización (2).
Dispositivos de uso habitual, como por ejemplo el Apple Watch, parecen haber demostrado cierta fiabilidad a la hora de detectar problemas cardíacos de forma precoz. Los resultados de un estudio ideado para examinar el impacto de la pandemia de Covid-19 en la detección de arritmias cardíacas que utilizó datos de más de seis millones de electrocardiogramas y lecturas de dispositivos portátiles en todo el mundo (incluyendo el Apple Watch) sugieren que los dispositivos portátiles pueden ser una herramienta útil para la detección precoz de arritmias cardíacas en pacientes mayores, especialmente durante la pandemia cuando la atención médica en persona se vio limitada (3). Además hay cierto consenso sobre la utilidad en concreto de este dispositivo para detectar de forma precoz fibrilaciones auriculares en personas mayores (4).
Algunas aplicaciones móviles pueden ayudar a los pacientes mayores a mantenerse activos y enganchados a la actividad física e intelectual: es el caso de las apps de fitness y las de juegos mentales, que contribuyen a que las personas de avanzada edad se mantengan física y mentalmente activos. Muchas de estas aplicaciones utilizan la gamificación, o el uso de herramientas de juego para contribuir a la superación de objetivos que pueden mantener motivados a los usuarios.
Varios estudios lo corroboran, por ejemplo el Journal of Geriatric Physical Therapy encontró que el uso de aplicaciones móviles de entrenamiento de fuerza puede mejorar la fuerza muscular y la función física en pacientes mayores (5) y un estudio publicado en el Journal of the American Geriatrics Society encontró que las aplicaciones móviles de seguimiento de la actividad física pueden mejorar la función física y reducir la discapacidad provocada por dolor lumbar en los mayores (6).
El Colegio de Fisioterapeutas de Castilla y León ofrece a través de sus colegiados a los pacientes de la sanidad pública y privada el servicio y app Physiotec, que permite la confección efectiva de programas de ejercicio y la monitorización de la ejecución de los mismos por parte de los pacientes.
Si hablamos de la omnipresente realidad virtual se abre un considerable abanico de posibilidades, sobre todo por la capacidad de este sistema de simular entornos reales sin que ello conlleve un riesgo de accidente. Así, ha habido varios estudios que han evaluado el uso de la realidad virtual en pacientes mayores y han demostrado su utilidad en diferentes áreas como la fisioterapia, la prevención de caídas, y el entrenamiento cognitivo entre otros.
Un estudio publicado en The Lancet examinó el efecto de un programa de entrenamiento que combinaba la realidad virtual con el entrenamiento en cinta de correr en la prevención de caídas en adultos mayores: los resultados mostraron que el programa de entrenamiento redujo significativamente el riesgo de caídas en los participantes mayores en comparación con el grupo de control (7).
De igual modo ocurre con el uso de los serious games (juegos serios o juegos formativos: herramienta que emplea elementos de la gamificación para generar una experiencia positiva y didáctica sobre algo que, a priori, no lo es) y la realidad virtual en el entrenamiento cognitivo en pacientes con trastornos neurodegenerativos, incluyendo la enfermedad de Alzheimer: algunas investigaciones mostraron que los serious games y la realidad virtual pueden ser efectivos para mejorar la función cognitiva en pacientes mayores (8).
En definitiva, aplicaciones de seguimiento de la actividad física como por ejemplo Fitbit, Strava, y MyFitnessPal, y otras de entrenamiento cognitivo como Lumosity, Peak y Elevate pueden ayudar a las personas mayores a realizar un seguimiento de su actividad física diaria y pueden ser útiles para mejorar la función cognitiva y la memoria.
Dispositivos «wearables» como los relojes inteligentes y las pulseras de actividad física pueden realizar un seguimiento de la frecuencia cardíaca, la actividad física, la calidad del sueño y otros indicadores de salud, lo que puede ser útil para monitorear la salud y prevenir enfermedades crónicas.
El apoyo de aplicaciones de telemedicina permite a las personas mayores tener acceso a consultas médicas para problemas genéricos, incluso a través de videoconferencia, lo que puede ser de gran utilidad para personas con movilidad reducida o que viven en áreas remotas.
Referencias:
1- Lew SQ, Sikka N. Telemedicine and E-Health Technologies in CKD and ESRD: Increasing Access to Care in Underserved Populations. Am J Kidney Dis. 2019;74(2):189-198. doi: 10.1053/j.ajkd.2019.01.023
2- Cimperman M, Brenčič MM, Trkman P, Stanonik Mde L. Older adults’ perceptions of home telehealth services. Telemed J E Health. 2013;19(10):786-790. doi: 10.1089/tmj.2022.0021
3- Tison GH, Avram R, Kuhar P, et al. Worldwide Effect of the COVID-19 Pandemic on the Detection of Cardiac Arrhythmias: A Study of 6.6 Million ECGs and Wearable Readouts. Mayo Clin Proc. 2021;96(8):2015-2025. doi: 10.1016/j.mayocp.2021.05.026
4- Perez MV, Mahaffey KW, Hedlin H, et al. Large-Scale Assessment of a Smartwatch to Identify Atrial Fibrillation. N Engl J Med. 2019;381(20):1909-1917. doi: 10.1056/NEJMoa1901183
5- Brawley LR, Rejeski WJ, King AC. Promoting physical activity for older adults: the challenges for changing behavior. Am J Prev Med. 2003;25(3 Suppl 2):172-183. doi: 10.1016/s0749-3797(03)00182-2
6- Hsu J, Huang J, Kinsella A, et al. Mobile App-Based Intervention for Inactive Older Adults With Chronic Low Back Pain: Randomized Controlled Pilot Study. JMIR Mhealth Uhealth. 2018;6(10):e10837. doi: 10.2196/10837
7- Mirelman A, Rochester L, Maidan I, et al. Addition of a non-immersive virtual reality component to treadmill training to reduce fall risk in older adults (V-TIME): a randomised controlled trial. Lancet. 2016;388(10050):1170-1182. doi: 10.1016/S0140-6736(16)31325-3
8- Manera V, Ben-Sadoun G, Aalbers T, et al. Recommendations for the Use of Serious Games in Neurodegenerative Disorders: 2016 Delphi Panel. Front Psychol. 2017;8:1243. doi: 10.3389/fpsyg.2017.01243