Un artículo del Colegio Profesional de Logopedas de Galicia (CPLGA)
La logopedia es la disciplina encargada del estudio, prevención, detección, evaluación, diagnóstico, tratamiento e investigación de patologías, trastornos o dificultades que cursan con alteraciones en algún aspecto de la comunicación humana (voz, habla y lenguaje) o con alteraciones miofuncionales que involucran a procesos como la respiración, la deglución o la masticación.
Los logopedas intervienen en todas las etapas de la vida en las que se presenten alteraciones de la comunicación y del lenguaje y lo hacen desde distintos ámbitos, sanitario, educativo, socio-asistencial y judicial. En esta ocasión nos centraremos en nuestra práctica en la persona mayor y en todos los contextos (domicilio, centro asistencial nocturno, diurno y terapéutico).
La tecnología e Inteligencia Artificial está muy ligada a nuestra profesión tanto en la prevención, como el diagnóstico e intervención de las dificultades o trastornos ligados al envejecimiento.
Herramientas para medir y evaluar daños
En el campo de la logopedia disponemos de aplicaciones y tecnología que realizan análisis acústicosy/o análisis del espectro sonoro, que permiten una observación detallada de los parámetros individuales de la señal acústica. También de productos basados en el ordenador que pueden medir diferentes aspectos de la respiración, la fonación, la resonancia y la articulación, así como sistemas para evaluar la función velofaríngea o la resonancia nasal.
Existe también softwares destinados al lenguaje, que permiten realizar un análisis informatizado del lenguaje, y compararlo con las formas correctas, analizando las características fonéticas, fonológicas, semánticas, sintácticas y/o pragmáticas de las emisiones. Y de forma online disponemos también de test estandarizados que miden la competencia del lenguaje.
Herramientas para la Intervención logopédica
En la intervención logopédica, las aplicaciones más utilizadas están siendo las de multimedia interactiva, ya que permiten entre otras cosas, una intervención individualizada, trabajar de forma autónoma y mayor retroalimentación, tanto para el paciente como para el terapeuta, facilitando así el seguimiento del rendimiento alcanzado en las diferentes actividades realizadas e incluso la manera de llevar a cabo la actividad.
La decisión sobre la mayor o menor adecuación del uso de un determinado recurso tecnológico en el proceso de intervención deberá realizarse por parte del logopeda de forma individualizada, atendiendo a las características de cada uno de los procesos de intervención, las propias del sujeto objeto de la intervención y las aportaciones que la tecnología puede ofrecer en ese caso concreto. Además, a la hora de elegir los equipos electrónicos, debemos preguntarnos las ventajas e inconvenientes que presentan esos materiales frente a los tradicionales y en muchos casos incluso combinarlos.
Aunque existen infinidad de aplicaciones, herramientas y ejercicios de rehabilitación para mayores, debemos advertir que en muchos casos son costosos, se alejan del contexto natural de intervención pudiendo llegar a producir una sensación de aislamiento. Además, requiere de un aprendizaje o un conocimiento del uso básico de un determinado programa o del propio ordenador. En cuanto a la accesibilidad, en muchas ocasiones la disminución auditiva, visual o motora, nos plantea constantemente una revisión, así como entrenamiento de los cuidadores para solventar cambios y adaptaciones según la capacidad del usuario.
Como conclusión, se abren miles de posibilidades para reforzar la rehabilitación telemática, la telemedicina y la telerehabilitación siendo muchas las posibilidades de mejora, pero sin olvidarnos que la comunicación directa es nuestro objetivo y el aislamiento en personas mayores es lo que intentamos evitar.