Un estudio llevado a cabo por el Institut d’Investigació Sanitària Pere Virgili y la Universitat Rovira i Virgili ha permitido identificar 6 biomarcadores en sangre que juegan un papel importante en el deterioro cognitivo. Este descubrimiento podría permitir pronosticar y tratar con antelación déficits relacionados con funciones cognitivas del cerebro.

En el estudio publicado en la revista GeroScience se han analizado diferentes proteínas que se encuentran en la sangre de personas mayores que participaron en el ensayo clínico PREDIMED-Plus (IISPV y URV). Éstas tenían sobrepeso u obesidad, ambos factores de riesgo para las enfermedades cardiovasculares y que a su vez están asociados con el rendimiento cognitivo. Con este estudio se han identificado 6 nuevos biomarcadores en la sangre para identificar de forma precoz el deterioro cognitivo.

Este estudio ha sido posible gracias a la colaboración de diferentes grupos pertenecientes a la red CIBER (Centro de Investigación Biomédica en Red), aspecto que aporta a la investigación un enfoque multidisciplinar. Concretamente, han trabajado conjuntamente el Centro de Investigación Biomédica en la Red de Salud Mental (CIBERSAM) y el Centro de Investigación Biomédica en la Red-Fisiopatología de la Obesidad y Nutrición (CIBEROBN).

Tal y como indica Martí Llaurador Coll, primer firmante de este trabajo, “se ha encontrado que los niveles de estas proteínas en sangre dan información respecto al estado del funcionamiento del cerebro: las personas con una capacidad de funcionamiento cerebral más baja tienen en la sangre niveles más elevados de seis de las proteínas analizadas (Alpha-2-MRAP, HAGH, Siglec-9, MDGA1, IL12 y EDA2R)”.

“Por resultados de estudios previos de otros investigadores puede pensarse que, en parte, estas proteínas provienen del cerebro. Por tanto, estamos detectando en sangre el rastro de un mal funcionamiento del cerebro”, señala esta experta.

La investigadora indica que tener las capacidades mentales en un buen estado de salud significa “ser capaz de mantener la atención focalizada en lo que sea necesario, de retener en la memoria tareas que debemos realizar o asuntos cotidianos, o construir relatos coherentes y con sentido, entre otros aspectos”.

Para llevar a cabo la investigación se ha utilizado un método innovador de análisis de sangre, el Proximity Extension Assay, que permite medir la cantidad de un gran número de proteínas en muestras tan pequeñas como una gota de sangre.

En los últimos años se está produciendo un envejecimiento progresivo dela población, de modo que la salud cognitiva está siendo un factor de investigación constante, en aspectos como la memoria, la atención e incluso las aptitudes del lenguaje.

Cabe destacar que en la Unión Europea (según datos del Instituto Nacional de Estadística), la franja de la población que se sitúa de los 65 años en adelante ha aumentado un 5% desde 2001, y la tendencia está en alza. De modo que resulta cada más fundamental cuidar el cerebro pues el deterioro de las capacidades cognitivas (se da especialmente en las personas mayores) supone una disminución de la calidad de vida.