Un innovador biosensor desarrollado por la Universitat Rovira i Virgili (URV) permite la detección temprana de osteoporosis, mejorando el cuidado de los pacientes. Esta tecnología, económica y efectiva, promete revolucionar el diagnóstico y tratamiento de esta afección ósea.
Un equipo internacional, liderado por expertos del Departamento de Ingeniería Química de la Universitat Rovira i Virgili (URV), ha logrado un avance revolucionario en la detección temprana de la osteoporosis, una afección que influye significativamente en la densidad ósea y en la resistencia a las fracturas en las personas de edad avanzada.
Este equipo ha desarrollado un biosensor que permite identificar precozmente el riesgo de sufrir osteoporosis, allanando el camino para un tratamiento más efectivo antes de que la enfermedad progrese. Este dispositivo, que ya cuenta con un prototipo portátil funcional, utiliza un enfoque electroquímico que promete ser rápido, práctico y económico.
Cuando esté disponible para su uso general, permitirá a los usuarios obtener resultados con solo una gota de sangre y un breve tiempo de espera. Los hallazgos de esta investigación se han publicado en la prestigiosa revista ACS Central Science.
Los sistemas de diagnóstico actuales generalmente solo pueden detectar la osteoporosis en etapas avanzadas, y como señala Ciara O’Sullivan, coordinadora del proyecto e investigadora de la URV, «estos métodos son poco sensibles y costosos, ya que se basan en la absorciometría dual de rayos X. Además, a menudo implican largas listas de espera y no están disponibles en todos los centros médicos».
La novedosa técnica de detección electroquímica empleada en esta investigación se asemeja a la utilizada en dispositivos para medir los niveles de azúcar en sangre, siendo compatible con equipos portátiles y de bajo costo. Como indica O’Sullivan, «al utilizar una sola gota de sangre, que el usuario puede obtener con un simple pinchazo en el dedo, en menos de 15 minutos y a un coste de tan solo 0,30 euros por biomarcador detectado, podremos determinar si una persona tiene predisposición a la osteoporosis».
El biosensor se centra en la detección de polimorfismos de nucleótido simple (SNP), las variaciones genéticas más comunes entre las personas, identificadas como biomarcadores de la predisposición a la osteoporosis después de un amplio estudio genómico que involucró a más de 50.000 individuos.
Ciara O’Sullivan destaca la importancia de detectar la osteoporosis o su predisposición lo antes posible, ya que un cambio temprano en el estilo de vida siguiendo las recomendaciones médicas habituales, como dejar de fumar, reducir el consumo de alcohol, aumentar la actividad física y tomar más vitamina D, puede frenar, inhibir o ralentizar su progresión de manera más efectiva.
Con el biosensor ya validado mediante muestras reales de sangre de pacientes y el prototipo portátil en funcionamiento, el siguiente paso será su integración en un microsistema que contenga todos los reactivos necesarios para que los usuarios puedan introducir una gota de sangre y obtener una evaluación de su predisposición a la osteoporosis. Este avance promete ser práctico, accesible y estará disponible en múltiples puntos de atención médica.
Además, los investigadores recalcan que este dispositivo es versátil y genérico, lo que significa que puede utilizarse para detectar predisposiciones a otras enfermedades y evaluar la resistencia antibiótica a diversos patógenos. Asimismo, tiene aplicaciones potenciales en la ciencia forense, especialmente en la identificación con muestras de ADN altamente degradado.
Así, en enero de 2024, el mismo grupo de investigadores planea iniciar un nuevo proyecto utilizando la misma tecnología para detectar la predisposición a desarrollar enfermedades cardiovasculares, lo que demuestra su impacto potencial en la salud de las personas mayores.