Expertos en gerontología reflexionaron sobre la importancia de acabar con los estereotipos relacionados con el envejecimiento y promover una sociedad inclusiva para todas las edades, destacando la contribución positiva de las personas mayores, en el encuentro «Orgullo de Ser Mayor» organizado por la PMP.

El presidente de la Plataforma de Mayores y Pensionistas (PMP), Lázaro González, destacó en este foro la necesidad de promover una «sociedad para todas las edades» y cambiar la percepción negativa que a menudo prevalece en la actualidad sobre las personas mayores, desafiando los estereotipos relacionados con el envejecimiento.

Este encuentro, moderado por el director general de Servimedia, José Manuel González Huesa, contó con la participación de Lázaro González, así como con la presencia de la destacada catedrática emérita de Filosofía Moral y Política, Victoria Camps; el reconocido actor Miguel Rellán; y la experta gerontóloga y autora del libro ‘Yo vieja’, Anna Freixas.

Cada uno de los participantes aportó sus perspectivas en relación al orgullo de envejecer y los prejuicios que rodean a este proceso, al mismo tiempo que ofrecieron valiosas recomendaciones para las generaciones venideras.

Ana Freixas explicó que es es necesario transformar el “concepto peyorativo de hacerse viejo”. Además, recalcó que “ser viejo no es solo un logro individual, sino de toda la sociedad, que ha conseguido alargar la esperanza de vida”. En lo que respecta a las mujeres, afirmó que “hoy en día la vida de muchas mujeres ha sido significativamente muy diferente a la que tenían hace un par de generaciones, lo cual supone una colaboración en la transformación de estereotipos, porque transmitimos esas diferencias a las mujeres y niñas de hoy”.

Respecto al significado del “orgullo de ser mayor”, González explicó que “uno de los peores edadismos es el autoinfligido”. En este sentido, remarcó que “las personas mayores nacimos en un país muy distinto al de hoy, que es un país más próspero y con mejores condiciones de vida, así que algo tendremos que ver en ello y debemos sentirnos orgullosas”.

Por su parte, Victoria Camps señaló “envejecer bien no depende de nosotros mismos, sino de la suerte”, en referencia a la relevancia que tienen sobre los procesos individuales de envejecimiento, factores como las enfermedades sobrevenidas, el género o la condición socioeconómica. Y ha añadido que “ha cambiado la autopercepción del envejecimiento y no todo el mundo envejece igual, porque no todos se pueden permitir sentirse orgullosos de estar envejeciendo bien”.

En este contexto, Miguel Rellán hizo hincapié que “ser mayor es, sobre todo, un logro” y añadió que “vivimos en un mundo mercantil, donde las autoridades dicen que se los viejos vivimos mucho y no producimos; pero todo depende también de la perspectiva de cada uno, en mi profesión y en las artes cuanta más experiencia tengas, mejor”.

En cuanto a la autopercepción de la vejez, Rellán se mostró tajante al manifestar que “hay que vivir como si se fuera a ser inmortal, que la muerte te pille viviendo”, señalando que no entiende “por qué mucha gente se rinde cuando cumple cierta edad”.

Frente a los estereotipos y la visión que la sociedad tiene de la vejez, Camps subrayó que “lo tenemos muy mal montado, porque la jubilación para mucha gente es un drama, ya que supone una ruptura excesiva en su vida que no debería darse y hace que muchas personas prácticamente desaparezcan de la sociedad cuando cumplen cierta edad”.

Por su parte, Freixas, evidenció que “utilizamos eufemismos para evitar la palabra viejo o vieja, que, en realidad, no es más que un estado del ciclo vital”. Además, reivindicó que las personas mayores “debemos ser vistas por nosotras mismas y por los demás como personas con voluntad propia y con derechos, sobre todo con el derecho a pensar y decidir por nosotras mismas”.

Por último, González insistió en que es fundamental que “entre todos transmitamos la idea de que esta es una sociedad para todas las edades y debemos erradicar esa cultura del enfrentamiento entre las personas mayores y los jóvenes”. Con ello se refería a la visión negativa de la población mayor como una carga para la sociedad que “solamente genera gasto”, cuando la realidad de los datos económicos dice todo lo contrario. Además, insistió en que eliminar todos estos estereotipos supone un reto que hay que afrontar “desde la educación, enseñando desde la escuela a los más jóvenes para que todas las generaciones aprendan a convivir”.

Este diálogo de la Plataforma de Mayores y Pensionistas (PMP), constituyó un llamado a reflexionar sobre la importancia de valorar y respetar la experiencia y sabiduría acumulada por las personas mayores, así como a desafiar los estereotipos que pueden limitar su plena participación en la sociedad. La promoción de una sociedad inclusiva y positiva para todas las edades es esencial para garantizar un envejecimiento digno y satisfactorio para las personas.