Kern Pharma presenta ‘Healthsens Nephropoc’, el único dispositivo de autodiagnóstico in vitro que puede ser utilizado por el propio paciente y que permite identificar precozmente y hacer el seguimiento de la enfermedad renal crónica (ERC), patología que afecta al 10% de la población mundial, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).

‘Healthsens Nephropoc’ consta de un dispositivo lector al que se le inserta una tira reactiva, y en tan solo 40 segundos y con una gota de sangre, es capaz de cuantificar los niveles de creatinina y de estimar la tasa de filtrado glomerular (eTFG o eGFR, por sus siglas en inglés estimated glomerular filtration rate), indicadores clave para identificar en la función renal. De esta manera se puede anticipar una enfermedad renal y hacer el seguimiento de cualquier patología capaz de afectar a los riñones con la consiguiente mejora en calidad de vida de los pacientes, así como en el entorno asistencial.

geriatricarea enfermedad renal Healthsens Nephropoc
‘Healthsens Nephropoc’ es un dispositivo portátil que puede ser utilizado por el paciente para el diagnóstico y seguimiento de la enfermedad renal

Este dispositivo de autodiagnóstico in vitro de Kern Pharma funciona a través de un biosensor electroquímico que mide la intensidad generada a partir de una serie de reacciones enzimáticas que tienen lugar en el electrodo cuando una muestra contiene creatinina. Las tiras reactivas presentan una gran exactitud gracias a que se hace uso de la Inteligencia Artificial (IA) para su calibración, basándose en técnicas de autoaprendizaje.

Los dispositivos de autodiagnóstico como ‘Healthsens Nephropoc’, que necesita receta médica en España, permiten identificar mucho antes enfermedades de alta prevalencia, ayudan a reducir los costes sanitarios y sociales, además de ofrecer grandes ventajas como mejorar la autonomía del paciente, la mejora de conocimiento de la enfermedad y su control, así como en los tiempos de espera de resultados; o la reducción del tiempo de dedicación de los profesionales sanitarios, entre otras.

En España, se estima que alrededor de 7 millones de personas padecen enfermedad renal crónica (ERC), una enfermedad que no suele presentar síntomas hasta etapas muy avanzadas y que es también el destino final de una serie de patologías que afectan al riñón de forma crónica e irreversible como la diabetes mellitus, la hipertensión o la enfermedad vascular arterioesclerótica, entre otras.

Para evitar la progresión a estadios más avanzados de la enfermedad y de sus complicaciones, la detección precoz y correcto seguimiento de la ERC se considera como una prioridad sanitaria de primer orden, lo que también contribuye a retrasar al máximo la necesidad de diálisis y/o trasplante de riñón.