Con el objetivo de contribuir a facilitar una ingesta proteica adecuada, clave en la prevención y tratamiento de la desnutrición en las personas mayores que viven en residencias, Agar Asesoramiento Alimentario ha creado una nueva formación para los equipos de cocina y comedor de estos centros que fusiona la faceta nutricional con la gastronómica.

Esta nueva formación práctica en cocina para el tratamiento de la desnutrición en residencias parte de la experiencia de AGAR Asesoramiento Alimentario. en residencias con la aplicación de alimentación adaptada a la disfagia y otras necesidades de las personas mayores.

Fundamentalmente práctica, esta formación da a conocer las distintas posibilidades de alimentación enriquecida hiperproteica y las pautas para incorporarlas a recetas en los menús de las residencias, facilitando la mayor aportación de proteína en platos del gusto de los residentes.

Así, los principales puntos de la formación:

• Los datos sobre desnutrición a día de hoy. Objetivos de la Formación.
• Aclarando conceptos: Desnutrición, Malnutrición, Caquexia y Sarcopenia.
• Valoración del estado nutricional de un paciente (desnutrición).
• Necesidades, ingestas y requerimiento alimentario en personas mayores.
• Desnutrición, Sarcopenia y otras enfermedades a tener en cuenta: diabetes, alzheimer, hta,…
• Alimentación adaptada y enriquecimiento nutricional.
• Pautas de Dieta de Bajo Volumen
• Taller de Cocina: Recetas hipercalóricas e hiperprotéicas adaptadas.

Tal y como señalan desde AGAR Asesoramiento Alimentario, la desnutrición en personas mayores es un problema creciente que afecta hoy día entorno al 20% de los mayores de 65 años. A medida que las personas envejecen varios factores contribuyen a una ingesta reducida de alimentos, lo que puede llevar a la desnutrición. En todo este proceso, una de las áreas críticas es la ingesta inadecuada de proteínas.

Hay diversas razones detrás de la desnutrición en adultos mayores: problemas de salud como dificultades en la masticación o la deglución, la pérdida del apetito debido a cambios en los sentidos del gusto y el olfato, así como problemas económicos o sociales, pueden limitar su acceso a alimentos más nutritivos. También factores psicológicos como la depresión o la soledad pueden disminuir el interés en la comida, resultando en una ingesta cada vez más reducida.

Las proteínas son fundamentales para la salud y el bienestar de las personas mayores, ya que ayudan a mantener la masa muscular, fortalecer el sistema inmunológico y favorecer la recuperación de enfermedades y lesiones. Por esto, es esencial que reciban suficiente proteína en su dieta diaria, ya sea en casa, en su residencia o centro de día y especialmente durante una hospitalización.