La accesibilidad sigue siendo una asignatura pendiente en muchas viviendas de todo el territorio español donde habitan personas mayores y personas con discapacidad o personas en las que ambas condiciones interseccionan, y que, por lo tanto, se encuentran en una situación de mayor vulnerabilidad, tal y como advierte el Servicio Estatal de Atención a Personas Mayores (SEAM), un servicio gratuito y de ámbito estatal que escucha y acompaña a las personas mayores en situaciones de discriminación por razón de edad.
El SEAM recibe consultas por diversos motivos que preocupan al colectivo de las personas mayores en situación de discriminación por su edad. Los motivos de consulta van desde la solicitud de información sobre prestaciones y servicios, pasando por cuestiones sobre soledad, brecha digital, cuidados, consumo y accesibilidad, entre otros.
La falta de accesibilidad en la vivienda implica un riesgo de aislamiento para la persona mayor que tiene consecuencias muy negativas, tanto físicas como psicológicas. Si bien la ley da cobertura a estas necesidades, obligando a las comunidades de vecinos a realizar obras de accesibilidad cuando se cumplen una serie de condiciones, en muchas ocasiones las situaciones se complican y las personas mayores y su red de apoyos se sienten desatendidas ante la dilación en la ejecución de unas obras que resultan imprescindibles para asegurar la calidad de vida de estas personas.
Como han comprobado los profesionales del SEAM ,a la vista de las consultas que han llegado a este servicio, en ocasiones, por ejemplo, el problema se encuentra en la dificultad de ejecutar este tipo de obras debido a la antigüedad de la vivienda, pero en otras el retraso en las obras se debe a la negativa por parte de las comunidades de vecinos.
Éste ha sido el caso de Emilia (nombre ficticio), la hija de una mujer de 82 años que “sigue en casa sin poder salir” porque el administrador de fincas desde hace años ignora cada presupuesto de las obras de accesibilidad que Emilia le envía. En la misma situación se encuentra Sandra (nombre ficticio), la hija de una mujer de 89 años que no consigue que la comunidad de vecinos de su madre apruebe la instalación de un ascensor desde hace más de un año y que, a pesar de que la ley le ampare, no quiere emprender un conflicto con los vecinos ejecutando por ella misma las obras.
Como indica Sandra “tengo a mi madre en casa sin poder salir a la calle porque ha empezado con un problema en las caderas y no puede subir y bajar las escaleras, puede caminar por casa con cuidado, pero no subir y bajar unas escaleras, si tuviera acceso a un ascensor no tendría problema”.
“mi madre está perdiendo citas médicas programadas por no poder salir de casa, además no puede ir al centro de día y está cayendo en una depresión porque ahí tenía su vida social”, denuncia esta usuaria del SEAM.
Y es que, aunque son muchos los aspectos positivos de la permanencia en el propio hogar por parte de las personas mayores, hay que tener en cuenta, como indica Irene Lebrusán en su libro “La vivienda en la vejez: problemas y estrategias para envejecer en sociedad”, que la “permanencia en la vivienda (hogares frente a institucionalización) debe responder a las necesidades residenciales, posibilitando un envejecimiento de calidad. De nada servirá una permanencia en la vivienda que refuerce esa conexión con el ciclo vital si no permite, por ejemplo, salir a la calle en condiciones de seguridad”.
En este sentido, desde el SEAM se exige soluciones y políticas específicas que atiendan a aquellas personas que, de manera urgente, necesitan que sea ejecutada una obra de accesibilidad para poder mantener una vida autónoma y digna
El SEAM es un servicio gratuito de ámbito nacional gestionado por la Fundación HelpAge España cuyo objetivo principal es ofrecer información y atención a personas mayores ante situaciones de discriminación por razón de edad. A través delmismo se ofrece información y acompañamiento a las personas mayores sobre sus derechos, se les orienta y se derivan sus peticiones de ayuda a las instituciones responsables de su protección y garantía.
El acceso al SEAM es principalmente telefónico, a través del número 900 22 22 22, pero también se atienden consultas por medio del correo contacto@nullservicioseam.es o del chat de su página web.