ASPAYM ha desarrollado una estrategia para la transición a la vida independiente de personas con discapacidad física a lo largo de 2023. El análisis aborda perfiles, inquietudes y avances en coordinación con centros especializados, todo ello con el objetivo de favorecer la transición a la vida independiente desde el centro hospitalario.
A lo largo de 2023, ASPAYM ha trabajado en estrecha colaboración con sus entidades territoriales para desarrollar una estrategia destinada a facilitar la transición a la vida independiente de las personas con discapacidad física. Este proyecto busca una coordinación efectiva con las entidades y los centros estatales de referencia, así como con las unidades de lesión medular, con el objetivo de complementar los tratamientos ofrecidos tanto en el periodo hospitalario como en el poshospitalario.
La estrategia se fundamenta en un análisis conjunto que abarca la atención brindada en estas entidades y las sedes de ASPAYM, los cambios en el perfil de las personas con discapacidad en los últimos años y el proceso de transición hacia la vida independiente.
Destaca que los servicios más solicitados son el programa de vida independiente, la accesibilidad y la asistencia domiciliaria. Desde ASPAYM, el respaldo principal para el retorno al hogar se centra en aspectos económicos y de accesibilidad. Para el colectivo, las principales inquietudes incluyen la adaptación a la vivienda, las dificultades económicas y la falta de información.
En cuanto a la atención en centros estatales de referencia y unidades de lesión medular, se ha comprobado que los casos con una coordinación efectiva entre sus profesionales y las entidades de ASPAYM obtienen mejores resultados. Sin embargo, en dos de cada tres casos, la persona con la lesión es la encargada de trasmitir la información sobre su situación, siendo los propios centros y unidades responsables en el 20% de los casos.
Las consultas más frecuentes en sus sedes giran en torno a temas como rehabilitación, discapacidad, dependencia, vivienda y prestaciones económicas. Aunque de menor relevancia, también se registran consultas sobre ocio inclusivo y recursos residenciales.
Como resultado de este análisis, ASPAYM identifica la necesidad de mejorar su propio proceso de primera atención, explorando vías para el perfeccionamiento mediante herramientas de evaluación. En este sentido, se ha detectado la pertinencia de incrementar las ayudas para atraer a nuevos miembros.
Nuevo perfil de la persona con lesión medular
Tras un análisis conjunto, se ha identificado el perfil actual de la persona con lesión medular: varón de más de cincuenta años, mayormente afectado por paraplejia. Las causas principales de las lesiones medulares entre los miembros de ASPAYM son accidentes de tráfico y enfermedades, aunque también se registran casos vinculados a actividades deportivas, zambullidas y accidentes laborales. Además, aproximadamente una de cada tres entidades de ASPAYM brinda atención a otras discapacidades como daño cerebral, parálisis o ictus.
Estrategia de transición a la vida independiente de ASPAYM
Para desarrollar esta estrategia, ASPAYM se han basado en el «Estudio del acceso a los Centros de Referencia Estatal de las personas con lesión medular» (ASPAYM, 2020) y en el «Protocolo de coordinación sociosanitaria para personas con lesión medular y/o gran discapacidad física», elaborado por la asociación el año pasado.
Cuentan con la colaboración de un grupo de trabajo de ASPAYM y un equipo de asesores expertos, con la participación de profesionales de:
- Hospital Nacional de Parapléjicos de Toledo
- Institut Guttmann de Badalona
- Hospital Universitario Central de Oviedo
- Hospital Virgen de las Nieves de Granada
- Hospital Virgen del Rocío de Sevilla
- Hospital Reina Sofía de Murcia
ASPAYM colabora activamente en diversos territorios, ofreciendo servicios adicionales y cooperativos con centros estatales de referencia y unidades de lesión medular. Estos servicios incluyen programas y proyectos centrados en la rehabilitación, vivienda, asistencia personal, infancia y juventud, personas cuidadoras, empleo y el entorno familiar y afectivo de las personas con discapacidad física.