Con el objetivo de apoyar los pacientes mayores y a sus familias a la hora de enfrentarse a situaciones de fragilidad y dependencia y contar con la información necesaria para tomar decisiones que palíen sus consecuencias, IMQ ha puesto en marcha un servicio presencial de información y asesoramiento en el ámbito sociosanitario.

Este servicio, denominado IMQ Ayuda y que ya se ha implantado de forma presencial en las clínicas Zorrotzaurre y Virgen Blanca, está atendido por una trabajadora social de IMQ Igurco (la división sociosanitaria del Grupo IMQ) y ofrece a los clientes de la aseguradora y sus familias, de manera totalmente gratuita y a demanda, información y asesoramiento sobre diversos aspectos primordiales del ámbito sociosanitario.

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Cristina Barcenilla, trabajadora social de IMQ Ayuda en las clínicas IMQ Zorrotzaurre e IMQ Virgen Blanca

Tal y como explica Cristina Barcenilla, trabajadora social de IMQ Ayuda en las clínicas IMQ Zorrotzaurre e IMQ Virgen Blanca, «entre los aspectos por los que más se interesan los pacientes y familias que son atendidas en nuestros hospitales, se encuentran las unidades de recuperación funcional, las residencias y centros de día, los planes de cuidados en el hogar, los servicios de ayuda a domicilio, el asesoramiento legal así como las ayudas económicas y técnicas o las reformas en el hogar y la teleasistencia».

Gracias a la coordinación permanente con los profesionales Chaqueta Azul (servicio exclusivo y gratuito de apoyo para los clientes hospitalizados de IMQ) y las supervisiones de enfermería de ambos hospitales, una trabajadora social de IMQ Igurco se pone a disposición de las personas susceptibles de precisar información y asesoramiento en aspectos relacionados con el envejecimiento, los cuidados y la calidad de vida.

«Muchas veces, las personas mayores y sus familiares se hallan en el hospital por problemas de salud imprevistos y se encuentran un poco perdidos ante un horizonte incierto. Una vez que hablamos con ellos y empiezan a conocer mejor esta nueva etapa vital que es la vejez, se quedan más tranquilos y saben desenvolverse mejor. Nuestro objetivo es potenciar la autonomía personal de la persona mayor y, si no se puede, conseguir la mejor calidad de vida posible», indica Cristina Barcenilla.

Como señala, «en general, lo más deseado es retornar a la situación previa que ha provocado el ingreso hospitalario». Esto se trabaja, fundamentalmente, con las unidades de recuperación funcional, donde se ocupan tanto de problemas traumatológicos, como cerebrovasculares o debilitamientos severos debidos a hospitalizaciones o encamamientos prolongados. «En estos dispositivos, un equipo multidisciplinar especializado trabaja, con la coordinación de un médico geriatra, para restaurar el máximo nivel de autonomía posible», añade la trabajadora social.