Universidad de Cantabria, el Instituto de Investigación Sanitaria Marqués de Valdecilla (IDIVAL) y el Grupo Ámbar ha puesto en marcha el proyecto MIES, cuyo objetivo es desarrollar una plataforma para el seguimiento y mejora de funciones cognitivas de personas mayores.
Se trata de una iniciativa en la que se trabajará los próximos 36 meses con el fin de conceptualizar y desarrollar una plataforma tecnológica no invasiva para supervisar y evaluar las funciones ejecutivas de las personas mayores alojadas en residencias geriátricas.
MIES tiene entre sus propósitos transformar los actuales modelos para el seguimiento y atención de las personas mayores y, con ese fin, la tercera fase de su desarrollo consistirá en la validación del planteamiento en la Residencia San Cándido de Santander.
La posibilidad de supervisar la rutina diaria de ancianos que viven en entornos controlados reducirá la necesidad de pruebas presenciales y permitirá ofrecer un servicio de más calidad con el mismo volumen de recursos. De hecho, según las estimaciones del proyecto, los costes de seguimiento actuales se podrían reducir en más de un 50%.
Además, desde una perspectiva social, las herramientas propuestas para la detección precoz y la mitigación de deficiencias físicas o cognitivas permitirán prolongar la autonomía de los residentes, mediante:
- la previsión de una notable reducción del riesgo de caídas
- la preservación durante más tiempo de funciones cognitivas
- la contribución a mejorar tanto su salud ósea como sus funciones musculares
Y desde el punto de vista científico, el desarrollo del proyecto tratará de mostrar que es posible utilizar herramientas tecnológicas para proporcionar información objetiva para la evaluación y estimulación de las funciones físicas y cognitivas utilizando actividades gamificadas. La implementación de sensores en elementos como pulsadores, piezas para ensamblar o tarjetas de juego permitirá controlar al paciente en segundo plano y eliminar el sesgo introducido en escenarios clínicos. Así se podrán obtener mediciones objetivas sobre aspectos como la atención, la velocidad motora, la memoria visual o la fuerza.
Así se aportará un conjunto de herramientas que, una vez validadas por la comunidad científica internacional, podrían convertirse en estándar para la detección temprana de la fragilidad en diferentes niveles, así como del deterioro cognitivo.
Tal y como señala Marcos López-Hoyos; el rector de la Universidad de Cantabria (UC), “este proyecto tiene una transferencia enorme, sostenible para el sistema sanitario porque, si consigue los resultados esperados, obtendremos una plataforma no invasiva integrando datos para aplicarlos al sistema sanitario».
El proyecto MIES es una iniciativa “con interés general por ser un ejemplo de transferencia y de colaboración con el sector privado y con otros sectores públicos y con interés concreto por estar trabajando y desarrollando metodologías en un campo tan sensible como son la salud, la dependencia y el envejecimiento», recalca el rector de la UC.
Por su parte, el catedrático en Ingeniería Fotónica e investigador del Grupo de Ingeniería Fotónica (UC-IDIVAL), José Miguel López-Higuera, destaca que este proyecto “permitirá disponer de medidas objetivas para evaluar la capacidad física y cognitiva de los pacientes, con las que permitir prolongar la autonomía de los mayores y facilitar un envejecimiento lo más saludable posible».
En este sentido, Pablo Gómez, presidente del Grupo Ámbar, afirma que el resultado del trabajo de las tres instituciones permitirá disponer de “nueva plataforma que mejorará la evaluación y la supervisión de diversas características relacionadas con el proceso de envejecimiento. En particular, los nuevos dispositivos de detección complementarán herramientas de gestión basadas en datos basados, a su vez, en inteligencia artificial».
“Esto va a permitir no solo medir aspectos relacionados con la salud de cada persona, sino también generar un gran volumen de información que permita avanzar en la medicina personalizada y en el envejecimiento saludable», indica.
Con un presupuesto de 1,94 millones de euros, esta iniciativa está financiada por el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades y por la Unión Europea a través de los Fondos NextGeneration, y es fruto de la colaboración público-privada entre la UC, IDIVAL y el Grupo Ámbar.