Con el objetivo de ofrecer apoyo y orientación al entorno familiar de las personas que sufren Alzheimer, la Fundación Pasqual Maragall, con el apoyo de la Diputación de Barcelona, ha elaborado la «Guía para personas que cuidan a un familiar con Alzheimer».

Y es que el impacto del diagnóstico de la enfermedad de Alzheimer no sólo afecta a la persona diagnosticada, sino que engloba toda su familia, que asume, en un 80% de los casos, el cuidado de la persona diagnosticada, y afronta situaciones que muy a menudo generan inseguridades y temores.

El diagnóstico de esta enfermedad no sólo supone una ruptura en el proyecto de vida de la persona afectada, sino también en el de las personas cercanas. Por ello, esta guía aborda múltiples aspectos relacionados con el cuidado de la persona con Alzheimer, desde la comprensión de sus síntomas, el proceso de duelo ante las pérdidas, hasta la gestión de los cambios cotidianos y la planificación del futuro en cuanto a herramientas jurídicas para la protección de las personas que padecen la enfermedad.

Con este documento, desde Fundación Pasqual Maragall también se recalca la necesidad de tomar conciencia y la importancia del autocuidado de las personas cuidadoras, a la hora de identificar indicadores de sobrecarga y aprender a afrontarlos, y en comprender mejor la enfermedad y las reacciones de la persona con Alzheimer para mejorar la calidad de las atenciones que prestan. 

Tal y cono señala Elena de Andrés, psicóloga y terapeuta de la Fundación Pasqual Maragall, «esta guía se convierte en una herramienta para todas las familias que cuidan a una persona con Alzheimer porque en un solo documento encuentran información de interés, así como recomendaciones para empoderarse y decidir pasos a seguir al mismo tiempo que cuidarse a sí mismos. Es vital que las personas cuidadoras puedan acceder a recursos que les permitan mejorar su bienestar, a la vez que se adapten a este proceso progresivo de pérdida»,

Según datos disponibles, en más del 80% de los casos de Alzheimer, la atención directa recae en la familia. La persona cuidadora principal le dedica una media de 15 horas diarias, los siete días a la semana, una cifra que durante el confinamiento se elevó hasta las 18 horas diarias. Esta responsabilidad, a menudo asumida de manera voluntaria o involuntaria, implica enfrentarse a dudas, incertidumbres y temores sobre el futuro, así como la constante inseguridad sobre si se está proporcionando la mejor asistencia posible. 

A este respecto, con sus programas de apoyo y la investigación sobre el Alzheimer, la Fundación Pasqual Maragall brinda estrategias y recomendaciones para la provisión de un cuidado de calidad, con el objetivo de aliviar las emociones desatadas y fomentar el bienestar tanto de la persona con Alzheimer como de los que cuidan. 

Las personas interesadas pueden descargar aquí la «Guía para personas que cuidan a un familiar con Alzheimer» (disponible en catalán).