Un artículo de Irene Braojos,
formadora en el área asistencial y de humanización en Foro Técnico de Formación (FTF)
La clave para mejorar la atención a personas en situación de dependencia radica en una formación integral. Buscamos que los equipos profesionales no solo adquieran conocimientos teóricos y habilidades prácticas, sino también actitudes humanas que prioricen a la persona usuaria. La meta es que sean capaces de «ser, saber hacer y saber ser» para elevar la calidad asistencial y abordar la dimensión psicoemocional.
De hecho, la formación continua es esencial en el ámbito de la enfermería. La constante evolución de tratamientos, terapias, protocolos y la necesidad de adquirir habilidades no técnicas como la comunicación, trabajo en equipo y resolución de conflictos, requiere un compromiso constante con la actualización y el reciclaje profesional.
Formación en bioética y cuidados paliativos
Cuando realicé el Máster en bioética y trabajaba en cuidados paliativos, tenía compañeras de profesión que desconocían por completo estos campos. Hoy en día esto no pasa, todos sabemos por lo menos de qué estamos hablando, algo hemos avanzado, pero como he dicho nos falta formación a este nivel.
Son temas complejos, que nos abren heridas propias y cuesta trabajarlos, pero son fundamentales. Es verdad que el sector sociosanitario tiene una sensibilidad e interés especial en estos aspectos con respecto al sector hospitalario.
A pesar de avances, la formación específica en bioética y cuidados paliativos para profesionales sociosanitarios sigue siendo un reto. Aunque se ha generado mayor conciencia, aún queda trabajo por hacer.
¿Es la teleformación una solución o un inconveniente?
En la era digital y marcada por la pandemia, la formación en el ámbito sociosanitario ha experimentado cambios significativos. A lo largo de más de 20 años de colaboración con FTF, he sido testigo de esta transformación, y hoy comparto mi perspectiva sobre la evolución del sector y los desafíos que enfrentamos en la actualidad.
La formación en enfermería ha experimentado una revolución en las últimas dos décadas. Antes, el «face to face» era la norma, pero hoy, la digitalización ha permitido una mayor flexibilidad.
Participar en proyectos de teleformación, especialmente en la elaboración de manuales didácticos, ha sido una experiencia enriquecedora. Cada proyecto presenta sus desafíos, y destaco la laboriosa creación del manual sobre ostomías para FTF. De hecho, creo firmemente que estas acciones formativas contribuyen al desarrollo diario de los profesionales, proporcionándoles herramientas prácticas y actualizadas.
Aunque los cursos en línea han ampliado el alcance y fomentado el debate en foros más amplios, no debemos descuidar la formación presencial, crucial para el desarrollo integral de los profesionales. Es esencial encontrar un equilibrio entre la formación online y la presencial, garantizando un desarrollo integral y adaptado a las necesidades cambiantes de los profesionales sociosanitarios.
Innovación docente para mejorar la formación
La aplicación de técnicas de innovación docente ha sido fundamental para mejorar las acciones formativas a lo largo de los años. La adaptación a plataformas online ha permitido una mayor participación de alumnos de diversas ubicaciones, un cambio impensable hace unos años.
Gracias a estas iniciativas, la formación sociosanitaria ha evolucionado significativamente, adaptándose a la era digital y enfrentando desafíos constantes. La combinación de formación teórica, habilidades prácticas y enfoque humano es crucial para mejorar la atención a personas dependientes.
En mi trayectoria, he sido testigo de cambios positivos, pero queda un camino por recorrer para fortalecer la formación en áreas críticas como bioética y cuidados paliativos. La innovación y la adaptabilidad son clave para superar los desafíos y avanzar hacia una atención más completa y humana en el sector sociosanitario.
Sobre la autora
Sobre Irene Braojos. Diplomada en Enfermería por la Escuela de Enfermería de San Juan de Dios-Comillas. Cuenta con Máster en Bioética por la Universidad Pontificia de Comillas (Madrid).
Tiene una amplia experiencia como enfermera y docente en Unidad de cuidados paliativos en el Centro de Humanización de la Salud, así como en el Hospital Ruber Internacional y Fraternidad-Muprespa. Actualmente trabaja como supervisora de hospitalización del hospital Habana Madrid de Fraternidad Muprespa.
Ganadora del Premio Setla (Sociedad Española de Traumatología del trabajo) a la Mejor Comunicación Oral de Enfermería por su artículo “Implantación del uso de la línea media en pacientes con estancias prolongadas o procesos infecciosos”.
Pueden leer aquí el artículo.