Los síntomas psicológicos y conductuales de la demencia son muy prevalentes y, en algunos casos, pueden presentarse hasta 10 años antes del diagnóstico de la enfermedad, tal y como se expuso en el XVII Curso de Actualización en Psicogeriatría, organizado por el Hospital Sagrat Cor de Hermanas Hospitalarias junto con la Universitat Autònoma de Barcelona.
Los síntomas conductuales pueden ser el primer indicio de una demencia, antes que la pérdida de memoria o los síntomas cognitivos. En el caso de las demencias frontotemporales, los síntomas conductuales pueden aparecer hasta 10 años antes del diagnóstico de la enfermedad y ocurre algo similar con un síntoma como la apatía y el desarrollo posterior de la enfermedad de Alzheimer.
Los síntomas psicológicos y conductuales de la demencia abarcan un espectro muy amplio de manifestaciones. Pueden presentarse como alteraciones del pensamiento y la percepción, como delirios, alucinaciones o falsos reconocimientos. Pero, también, como trastornos afectivos, como la depresión o las manías, así como alteraciones de la personalidad y el comportamiento.
El Dr. Javier Olivera, del Programa de Psicogeriatría del Hospital Universitario San Jorge de Huesca, uno de los ponentes en esta edición del Curso de Actualización en Psicogeriatría, señala que “todos ellos suponen un importante sufrimiento para las personas atendidas y una gran sobrecarga para sus familias y cuidadores, siendo, además, una de las causas fundamentales de institucionalización en una residencia”.
La variedad de estos síntomas hace necesario un abordaje personalizado de la persona atendida, con tratamientos farmacológicos y no farmacológicos específicos que ayuden a su adecuado manejo. “No podemos obviar que estos síntomas, además, se asocian a importantes complicaciones y suponen un significativo incremento del riesgo de mortalidad”, advierte el psiquiatra.
Faltan dispositivos y formación específica para el tratamiento de los síntomas psicológicos y conductuales
Los expertos reunidos en el XVII Curso de Actualización en Psicogeriatría, centrado en la neuropsiquiatría de las enfermedades neurodegenerativas, reclamaron la necesidad de contar con más dispositivos y formación específica para el tratamiento de los síntomas psicológicos y conductuales de la demencia, presentes en el 90% de los casos.
Esto es especialmente relevante teniendo en cuenta que un diagnóstico temprano de las demencias puede ayudar a prevenir importantes complicaciones y mantener la calidad de vida de las personas que las padecen.
Y es que, a pesar de su alta prevalencia y del alto grado de sufrimiento que suponen tanto para la persona atendida como para la familia y sus cuidadores, en la actualidad no existen suficientes dispositivos específicos para su tratamiento en situaciones críticas. En concreto, en España solo hay dos unidades de agudos de psiquiatría geriátrica, una de ellas, en el Hospital Sagrat Cor de Hermanas Hospitalarias en Martorell.
El Dr. Javier Olivera recalca que “el hecho de tratarse de síntomas muy variados hace necesaria una formación específica que también es insuficiente hoy en día entre los profesionales involucrados en el manejo de las demencias”. “Hoy en día podemos decir que las personas con demencia sufren una doble discriminación, tanto por ser personas mayores, al no considerárseles prioritarias, como por tener una enfermedad mental”, advierte el experto.
Respecto a las unidades de agudos de psiquiatría geriátrica, el Dr. Manel Sánchez, coordinador de la Unidad de Psiquiatría Geriátrica del Hospital Sagrat Cor e impulsor del Curso de Actualización en Psicogeriatría, destaca que “estos dispositivos permiten asumir esta tipología de pacientes de manera urgente y, gracias a su personal especializado, evitar complicaciones graves en su manejo”.
“Un motivo frecuente de consulta en demencias son los trastornos de conducta graves, los cuales provocan que se trate de situaciones que requieren una atención compleja en el ámbito asistencial”, destaca el coordinador de la Unidad de Psiquiatría Geriátrica del Hospital Sagrat Cor, la primera Unidad de psiquiatría geriátrica de agudos de toda España.
“El poder disponer de una Unidad de Agudos que nos permite asumir esta tipología de pacientes de manera urgente, y con personal especializado en geriatría y psiquiatría, evita complicaciones que se pueden producir si se tarda mucho en actuar sobre este problema de conducta”, indica.
Así, por ejemplo, las personas que están en estado de agitación son más propensas a sufrir caídas y fracturas, e incluso a agredir a otras personas involuntariamente. “Eso puede convertirse en una situación muy complicada en poco tiempo”, añade el Dr. Sánchez, que incide, por tanto, en la necesidad de un abordaje precoz de los problemas de conducta en demencias como una manera de evitar toda esta problemática y, así, posibilitar que la persona tenga un mejor pronóstico y calidad de vida.