AFAGA, la Asociación de Familiares de Enfermos de Alzheimer y otras demencias de Galicia, ha inaugurado el primer centro de innovación y atención a la longevidad de Galicia, respondiendo así a la necesidad de atender de forma más personalizada y adaptada a los nuevos perfiles de pacientes emergentes en la sociedad actual, cada vez más jóvenes, con más formación y con intereses distintos.
El nuevo Centro de Innovación Afaga Alzheimer CIAG de Vigo aplicará nuevos enfoques multidisciplinares y transversales de intervención, prevención y formación, incorporando la digitalización, para adaptar el abordaje de las demencias neurodegenerativas en sus etapas más tempranas a las nuevas realidades de los pacientes.
Este nuevo centro de AFAGA, situado en la calle Faisán, número 10, ocupa un espacio a pie de calle de algo más de 500 m2, cedido por la Xunta de Galicia, al que AFAGA ha aplicado una reforma integral, incluyendo equipamiento, valorada en unos 500.000 euros.
Tiene capacidad para atender a 39 personas en cada uno de los dos turnos (mañana y tarde), y las instalaciones disponen, entre otros espacios, de distintas salas polivalentes para el uso de nuevas tecnologías como, por ejemplo, la realidad virtual inmersiva aplicada a la fisioterapia, además de contar con una terraza exterior y un huerto terapéutico.
El nuevo Centro de Innovación Afaga Alzheimer CIAG aspira a convertirse, además, en el punto central del proyecto europeo transfronterizo Innov4Life, que desarrolla un consorcio hispano-portugués (en el que AFAGA participa), que tiene como objetivo desarrollar soluciones digitales innovadoras para personas afectadas por demencia y deterioro cognitivo.
Este proyecto, dotado con una financiación de 1,5 millones de euros, contempla la puesta en marcha de sendos Living Lab o laboratorios de ideas en Vigo y en la Santa Casa da Misericórdia de Arriba de Ave (Portugal), para probar y validar soluciones digitales que mejoren la calidad de vida de las personas con demencias.
Este centro de AFAGA está concebido como un recurso para retrasar el avance del deterioro cognitivo, para lo cual dispone de cuatro unidades principales:
- terapéutica de atención a personas con demencia
- apoyo integral al entorno familiar y convivencial
- innovación y formación
- prevención y sensibilización
Cuenta, además, con un equipo multidisciplinar, integrado por una terapeuta ocupacional, psicóloga sanitaria, graduado en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte, trabajadora social y un grupo de auxiliares.
Tal y como señaló Juan Carlos Rodríguez Bernárdez, presidente de AFAGA, durante la inauguración de este espacio, «con este centro, enfocado en abordar los retos de la longevidad, queremos convertir a Vigo en un polo de innovación y conocimiento, para desarrollar nuevas intervenciones y respuestas a las demencias neurodegenerativas. Queremos, además, que el nuevo centro sea la punta de lanza sobre el que pivote el futuro Living Lab que se instalará en Vigo, en el marco del proyecto transfronterizo Innova4life que presentamos hace unos meses».
«La ciudad cuenta con un buen ecosistema de los cuidados, siendo cuna de grandes grupos de servicios de atención a las personas mayores, de empresas tecnológicas innovadoras, y con la Universidad de Vigo. Es un entorno estratégico entre Galicia y Portugal y el epicentro para abordar nuevos retos de longevidad y poder anticiparnos a lo que va a suceder en el resto de Europa. En Galicia hay 58.049 casos de demencia y el área sanitaria de Vigo es la más afectada con más de 10.000 casos», destacó el presidente de AFAGA.
Por su parte, directora técnica de proyectos de AFAGA, Maxi Rodríguez, recalcó que «queríamos crear un recurso diferente para perfiles de las nuevas realidades, que son más conscientes del trastorno neurocognitivo, con un entorno socioeconómico normalizado, que se preguntan ¿qué tengo que hacer para retrasar el deterioro cognitivo?, y para los que hasta ahora no había una respuesta adaptada».
En este sentido, puso en valor que se trata de «un centro de encuentro, con dinámicas fluidas, abierto, para grupos reducidos, a los que acompañamos emocionalmente, pero de forma respetuosa, para mantener su cotidianidad, su autonomía, proponiéndoles proyectos de su interés como el arte, la lectura o actividades físicas. Damos, además, soporte a su red de apoyo familiar o de amigos, que al igual que los pacientes, provienen de estas nuevas realidades».