La reducción de la lista de espera del SAAD (Sistema para la Autonomía y Atención a la Dependencia) ha sido notable entre 2009 y 2022, reduciéndose hasta 177.423 personas a diciembre 2022, un 53% por debajo del pico máximo registrado en diciembre de 2015 (385.000 personas), tal y como refleja el informe «El sistema de la dependencia en España» del Instituto Santalucía.
El SAAD (Sistema para la Autonomía y Atención a la Dependencia) comenzó atendiendo a los dependientes más severos para luego gradualmente incorporar a los dependientes moderados que, debido a crisis financiera y los recortes presupuestarios de 2012, se integraron en 2015 provocando un incremento masivo (33%) en la lista de espera de beneficiarios.
A pesar de la reciente mejora, tanto en el presupuesto destinado a dependencia como en la reducción de la lista de espera, los autores de este informe, Sergi Jiménez-Martín y Analía Andrea Viola, investigadora de FEDEA, destacan algunas recomendaciones sobre la dirección que debería tomar el sistema en su conjunto:
- Posibilitar una mayor oferta de servicios para liberar a los cuidadores no profesionales (mayoritariamente las hijas y parejas de los dependientes), permitiéndoles incorporarse al mercado de trabajo.
- Agilizar los trámites y procedimientos para acceder a prestaciones.
- Avanzar en una posible evaluación y valoración del SAAD por parte de los ciudadanos para saber su opinión sobre los servicios ofrecidos, su calidad y cantidad. Algo similar a lo publicado con el Barómetro Sanitario respecto al sistema sanitario que permita medir la satisfacción de los usuarios con el sistema de dependencia.
- Eliminar o, al menos, disminuir, la incertidumbre financiera que sufren las regiones, a través de la diversificación de las fuentes de financiación, planteando una combinación entre financiación pública estable, vía impuestos y contribuciones (idealmente mediante un sistema de aseguramiento público), complementada con financiación privada derivada de la promoción del aseguramiento privado de los individuos.
- Avanzar hacia un modelo de atención residencial más personalizado y facilitando la convivencia de mayores activos en el seno de pequeñas comunidades.
- Profesionalizar la fuerza de trabajo y mejorar sus condiciones laborales.
- Progresar en la coordinación efectiva entre atención sanitaria y atención a la dependencia, evitando el uso de la una para atender problemas propios de la otra.
- Dada la disímil provisión regional, poder garantizar un mínimo de atención para todos los ciudadanos, que evite o reduzca significativamente las diferencias de cobertura a nivel regional.
Como destaca José Manuel Jiménez, Director del Instituto Santalucía, «en los últimos años, el SAAD ha mejorado considerablemente, sobre todo por la reducción de las listas de espera y el sostenido aumento del presupuesto de dependencia. Este informe pretende visibilizar la evolución del sistema de atención a las personas dependientes en España y los recursos que se destinan a la misma».
«Debemos tener presente que somos uno de los países más longevos del mundo y este valor como sociedad requiere que los cuidados a largo plazo sean una prioridad en el sistema sociosanitario al ser un beneficio que, de un modo u otro, repercute en todos», afirma el Director del Instituto Santalucía.
Familias y cuidadores no profesionales son clave en la atención a personas dependientes
Este informe revela también que la mayoría de las personas que brindan ayuda a mayores de 65 años son las familias o cuidadores no profesionales, en un 81%. Un colectivo predominantemente femenino (60%) y en su mayoría de mediana edad (entre 40 y 59 años), constituye en España el pilar central del sistema de apoyo para las personas mayores con necesidades de atención. Su ayuda en el hogar de manera informal en las actividades básicas de la vida diaria como comer, bañarse, vestirse, acostarse y levantarse de la cama, entre otras tareas, supone dedicar entre 56 y 70 horas semanales de cuidado.
En cuanto a la financiación de estos cuidados de larga duración, se recoge en este informe que el sistema se financia principalmente de las aportaciones de las comunidades autónomas (51%), de la contribución a nivel nacional en un 15% y del aporte de los usuarios a través de los copagos en un 21%.
En cuanto al presupuesto, después de una década de estancamiento, en 2022, el presupuesto de cuidados de larga duración aumentó hasta los 2.902 millones de euros, un 23,3% más que en 2021 y el doble que en 2018. Lo que refleja un incremento considerable de recursos.
El informe «El sistema de la dependencia en España« ofrece un análisis completo sobre cómo se financia, organiza y ha evolucionado el sistema de la dependencia en nuestro país, tras la aprobación de la Ley 39/2006, de 14 de diciembre de 2006, que dio origen al Sistema para la Autonomía y Atención a la Dependencia (SAAD) y que universalizó la cobertura de las subvenciones y apoyos a los cuidados, permitiendo el acceso a los cuidados condicionado únicamente a la valoración de las necesidades de los individuos.