La nutrición juega un papel fundamental en la prevención del deterioro cognitivo y trastornos neurodegenerativos como el Alzheimer. Una alimentación saludable, rica en antioxidantes y ácidos grasos omega-3, promueve la salud cerebral y oral en personas mayores, contribuyendo así a una mejor calidad de vida.

La alimentación saludable ha demostrado ser un factor clave para prevenir el deterioro cognitivo y los trastornos neurodegenerativos, aportando numerosos beneficios al cerebro y la memoria. Sobre ello, Miriam Piqueras, supervisora médica de Sanitas Mayores, explica que “es fundamental comprender que el cerebro, como cualquier otro órgano, depende de una nutrición adecuada para funcionar de manera óptima. En el caso de los mayores, cuya salud cerebral ya suele estar más vulnerable, estos efectos pueden ser especialmente significativos”.

“Por ello, se deben evitar los excesos de azúcares refinados, grasas saturadas y la falta de nutrientes esenciales en las comidas a fin de eludir la inflamación crónica y el estrés oxidativo, procesos que se han asociado directamente con enfermedades neurodegenerativas, especialmente el Alzheimer”, señala.

El Alzheimer es una enfermedad que preocupa en gran medida a la población española. Según el estudio “La percepción de la población española sobre el alzhéimer” publicado por Sanitas, cerca de 7 de cada 10 españoles señalan que los investigadores se deberían focalizar en este trastorno cerebral.

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Las claves de una alimentación saludable para mejorar la salud del cerebro

Ante esta situación, María Aguirre, nutricionista de BluaU de Sanitas, ha elaborado una lista de alimentos que contribuyen a mejorar la salud del cerebro de aquellas personas que padecen Alzheimer:

  • Aguacates: son ricos en grasas saludables, como los ácidos grasos monoinsaturados, que asisten al flujo sanguíneo del cerebro.
  • Arándanos: traen consigo antioxidantes que ayudan a potenciar la función cerebral al minimizar el estrés oxidativo y la inflamación.
  • Brócoli: contiene antioxidantes y vitamina K, relacionados con la mejora de la función cognitiva. También aporta glucosinolatos, compuestos que tienen propiedades protectoras para el cerebro.
  • Calabaza: rica en antioxidantes y vitamina A, la cual es primordial para el mantenimiento y reparación de las células cerebrales.
  • Huevos: son una fuente de colina, un nutriente importante para la función cerebral. La colina se utiliza en la síntesis de la acetilcolina, un neurotransmisor que está involucrado en la memoria y el control muscular.
  • Pescado graso: el salmón, la trucha o las sardinas engloban ácidos grasos omega-3, que son básicos para el desarrollo y funcionamiento del cerebro. Estos ácidos grasos ayudan a mantener las células cerebrales flexibles y favorecen la comunicación entre ellas.

Lorena Trinidad, odontóloga del departamento de Innovación y Calidad Clínica en Sanitas Dental, explica que “estos alimentos seleccionados no solo son conocidos por sus beneficios para la salud cerebral, sino que también presentan características que favorecen la salud oral. Por ejemplo, los aguacates, gracias a su contenido en grasas saludables, previenen la sequedad bucal. O el brócoli, que debido a la vitamina K, proporciona favores para la salud de las encías”.