Ante el anuncio del Gobierno de reformar la Ley de Propiedad Horizontal para abordar la problemática de los pisos turísticos, desde la Confederación Española de Personas con Discapacidad Física y Orgánica (COCEMFE) se reclama al Ministerio de Vivienda y Agenda Urbana aprovechar esta coyuntura para eliminar las restricciones actuales que impiden realizar obras de accesibilidad en edificios de viviendas.

Y es que, como recuerdan desde COCEMFE una cuarta parte de las personas con discapacidad se han visto obligadas a abandonar su casa por falta de accesibilidad y buscar otra alternativa habitacional ante esta vulneración flagrante de su derecho a una vivienda adecuada. Pero el parque de viviendas accesibles de nuestro país es escaso y con precios elevados.

Geriatricarea-accesibilidad.jpg
Más de 1,8 millones de personas con movilidad reducida en España precisan la ayuda de otra persona para salir de su casa

Como consecuencia más de 1,8 millones de personas con movilidad reducida en España precisan la ayuda de otra persona para salir de su casa, alrededor de 100.000 personas no pueden hacerlo nunca porque no disponen de esta ayuda y miles de personas se ven obligadas a la institucionalización ante la falta de una vivienda digna y accesible.

Ante esta situación, el presidente de COCEMFE, Anxo Queiruga, denuncia que «todavía existen innumerables comunidades de vecinos inaccesibles debido a la actual Ley de Propiedad Horizontal, en la que existen resquicios legales que utilizan las comunidades de propietarios para no ejecutar las intervenciones necesarias, amparándose en un coste excesivo».

En este sentido, desde COCEMFE llevan «muchos años solicitando al Gobierno la modificación de la Ley de Propiedad Horizontal para evitar estas situaciones, en las que por otro lado se deja en manos y se responsabiliza a las comunidades en este tipo de obras», señala su presidente.

Actualemente, la ley plantea que tendrá carácter obligatorio la realización de obras para garantizar la accesibilidad universal siempre que el importe repercutido no suponga «una carga desproporcionada», es decir, que no exceda de 12 mensualidades ordinarias de gastos comunes, lo cual, provoca que obras como la instalación de ascensores no sean de carácter obligatorio al superar, generalmente, estas 12 mensualidades.

También desde 2019 sería obligatorio si con ayudas públicas se sufraga el 75% del importe de las mismas.  Esas ayudas públicas sólo las reciben el 10% de las comunidades que deciden llevarlas a cabo, por lo tanto, en muchas ocasiones las comunidades de vecinos no hacen frente a las obras de accesibilidad al no ser obligatorias y carecer de financiación suficiente.

A pesar de las diferentes modificaciones realizadas en la Ley de Propiedad Horizontal, sigue sin ser obligatorio afrontar estas obras por la comunidad en todos los casos y continúa recayendo sobre la ciudadanía la responsabilidad de garantizar este derecho.

Por ello, esta Confederación considera la modificación prevista de la Ley de Propiedad Horizontal en relación a los pisos turísticos anunciada por el Gobierno debe ir acompañada de la demanda histórica del movimiento asociativo de la discapacidad para para que los costes de obras y actuaciones de accesibilidad en elementos comunes de los edificios residenciales donde vivan personas con discapacidad o mayores de 70 años sean asumidos en su integridad por las propias comunidades vecinales, habilitando ayudas públicas suficientes cuando sea preciso para que el esfuerzo económico sea llevadero para las comunidades de propietarias y para las residentes de estas.

COCEMFE también reclama crear por Ley un Fondo Estatal por la Accesibilidad Universal, nutrido del 1% de lo que los Presupuestos Generales del Estado destinen anualmente a inversiones en obras públicas e infraestructuras y nuevas tecnologías y sociedad de la información.

Con este Fondo se financiarían programas y actuaciones de accesibilidad universal en todo el territorio español y las administraciones estatales, autonómicas y locales podrían establecer ayudas específicas para que todas las comunidades vecinales puedan afrontar las actuaciones necesarias relacionadas con la accesibilidad de los edificios.