Este verano está siendo especialmente caluroso en la Península Ibérica, y se prevé que temperaturas altas se mantengan constantes durante todo el verano, lo que puede afectar a las personas mayores, ya que las altas temperaturas y la humedad pueden provocar cansancio y otros problemas de salud si no se toman las precauciones adecuadas.

Tal y como apunta Susana Zafra, psicóloga de Accent Social,a medida que envejecemos, nuestro cuerpo pierde parte de su capacidad para regular su temperatura, lo que nos hace más susceptibles al cansancio y a otros problemas de salud relacionados con el calor”. Además, la experta incide “en la importancia y en los beneficios de hidratarse y evitar actividades que supongan un gran esfuerzo físico”.

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Es fundamental beber suficiente agua durante el día para evitar la deshidratación, causa común de fatiga y puede ser especialmente peligrosa en las personas mayores

Para ayudar a las personas mayores a evitar el cansancio durante los meses más cálidos, Susana Zafra recomienda algunas estrategias para proteger a las personas mayores de los riesgos que suponen las altas temperaturas como:

  • Hidratación constante

La deshidratación es una causa común de fatiga y puede ser especialmente peligrosa en las personas mayores. Por ello, es fundamental beber suficiente agua durante el día, incluso si no se siente sed. Además, se recomienda evitar las bebidas con alto contenido de azúcar o cafeína, ya que pueden llevar a una mayor pérdida de líquidos.

  • Vestimenta adecuada

La elección de la ropa es crucial en los días calurosos. Las prendas deben ser ligeras, de colores claros y fabricadas con tejidos transpirables como el algodón. Esto permite que el cuerpo regule mejor su temperatura y evite la acumulación de calor.

  • Acondicionamiento del hogar

Mantener un ambiente fresco en casa es esencial. El uso de aire acondicionado o ventiladores, mantener las persianas bajadas durante las horas de más sol y la utilización de bombillas de bajo calor pueden contribuir significativamente a reducir la temperatura interior.

  • Alimentación saludable

Las comidas pesadas pueden aumentar la temperatura corporal y el cansancio. Optar por comidas ligeras y nutritivas, ricas en frutas y verduras, puede ayudar a mantener el cuerpo hidratado, fresco y proporcionar la energía necesaria sin sobrecargar el sistema digestivo.

  • Actividad física moderada

El ejercicio es importante para la salud general, pero durante las épocas de calor es preferible realizar actividades al aire libre durante las horas más frescas del día, como por la mañana temprano o al atardecer. Además, es importante moderar la intensidad de la actividad física para evitar el agotamiento.

  • Protección solar

La exposición prolongada al sol puede causar golpes de calor y deshidratación. El uso de protector solar, sombreros y gafas de sol son medidas esenciales para protegerse de los rayos UV.

  • Descanso adecuado

El calor puede interrumpir los patrones de sueño normales. Mantener un horario de descanso regular y asegurarse de que el dormitorio esté a una temperatura confortable puede mejorar la calidad del sueño y ayudar a evitar el cansancio.

  • Reconocer los síntomas del agotamiento por calor

Conocer los signos de advertencia del agotamiento por calor, como mareos, sudoración excesiva y debilidad, es crucial. Esto permite tomar medidas inmediatas, como buscar un lugar fresco y beber líquidos.

  • Consultas médicas regulares

Las revisiones médicas permiten ajustar cualquier medicación que pueda afectar la capacidad del cuerpo para manejar el calor. También es una oportunidad para discutir estrategias personalizadas para manejar las altas temperaturas.

  • Red de apoyo

Contar con una red de apoyo de familiares, amigos, vecinos o personas cuidadoras que puedan ofrecer ayuda y asegurarse de que se siguen las estrategias de prevención es de gran ayuda.

Desde Accent Social señalan que evitar el cansancio en las personas mayores durante las épocas de calor requiere un enfoque multifacético que incluya una hidratación adecuada, vestimenta y entorno apropiados, una dieta equilibrada, actividad física moderada, protección solar, descanso suficiente, educación sobre los riesgos del calor y un sistema de apoyo sólido. Al implementar estas estrategias, las personas mayores pueden disfrutar de un verano cómodo y seguro.