CEOMA reivindica el talento sénior como “un tesoro para los nietos y las nietas” y subraya que la relación entre abuelos, abuelas y los más pequeños de la familia es un vínculo único que trasciende generaciones, aportando invaluables beneficios emocionales y sociales a ambas partes.

Desde CEOMA señalan que el talento sénior es un pilar fundamental, un vínculo generacional único ya que los mayores no sólo aportan amor y apoyo emocional, sino que también ofrecen sabiduría adquirida a lo largo de los años, enriqueciendo la vida de los más jóvenes de forma significativa.

Geriatricarea abuelos Talento sénior
Los beneficios mutuos del intercambio de conocimientos entre abuelos y nietos no sólo beneficia a los jóvenes, sino que también enriquece la vida de los mayores

«El valor que tiene la experiencia y el talento sénior para los nietos es muy importante y, por lo tanto, debe fomentarse. Muchos abuelos y abuelas poseen una dilatada trayectoria profesional y habilidades técnicas que “son de gran importancia”, señala la Confederación Española de Organizaciones de Mayores (CEOMA).

Por otro lado, la organización insiste en que “los beneficios mutuos del intercambio de conocimientos entre abuelos y nietos no sólo beneficia a los jóvenes, sino que también enriquece la vida de los mayores”.

En este sentido, CEOMA explica que “la alegría de enseñar y compartir su sabiduría, combinada con la energía y curiosidad de los niños, crea una dinámica positiva que fortalece los lazos familiares y contribuye al bienestar de ambas generaciones”.

La relación con los nietos y nietas, según la organización, “es un legado de conocimiento y amor”. “El talento sénior es un recurso invaluable que tiene el poder de transformar la vida de los nietos y nietas. La sabiduría, la mentoría y los valores transmitidos por los abuelos y abuelas no sólo enriquecen la vida de los jóvenes, sino que también perpetúan un legado de conocimiento y amor que trasciende generaciones”.

En este sentido, CEOMA ha indicado que “la imagen positiva de la persona mayor no sólo debe empezar a formarse desde la propia familia, sino también, desde las instituciones sociales a través de programas específicos que fomenten las relaciones intergeneracionales”.