Las personas que padecen diabetes tienen un 30% más de probabilidades de sufrir complicaciones relacionadas con el calor que el resto de la población. Los expertos recomiendan extremar las precauciones de este colectivo mientras se mantengan las altas temperaturas.

El equipo médico del proyecto DIABFRAIL-LATAM, un estudio desarrollado en América Latina y el Caribe que busca mejorar la calidad de vida de los pacientes mayores con diabetes a través de un enfoque integral, advierte del impacto de las olas de calor en las personas mayores, especialmente en aquellas que sufren diabetes.

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La diabetes aumenta el riesgo de daños por exposición al calor

Los expertos del proyecto, que cuenta con la participación de CEOMA, piden a asociaciones e instituciones que protejan a este colectivo mientras se mantengan las temperaturas tan altas porque, de lo contrario, las consecuencias “pueden ser graves”.

En este sentido, Laura Pedraza, doctora y farmacóloga clínica de DIABFRAIL-LATAM, explica que la diabetes “aumenta el riesgo de daños por exposición al calor debido a los efectos de la enfermedad sobre la capacidad del organismo para regular la temperatura”.

Esta especialista añade que la exposición al calor “favorece la deshidratación, lo que puede llevar a un aumento de la glucemia y la diuresis asociada”. Esta situación, según Pedraza, “es especialmente peligrosa para los pacientes mayores con diabetes, quienes ya presentan un mayor riesgo de complicaciones”.

De hecho, la doctora recuerda que las personas con diabetes “tienen un 30% más de probabilidades de sufrir complicaciones relacionadas con el calor en comparación con aquellas que no la padecen”. “Las olas de calor han sido responsables de aumentos significativos en la hospitalización de estos pacientes”.

Ante las elevadas temperaturas que se registrarán durante el verano, la doctora y farmacóloga clínica de DIABFRAIL-LATAM recalca varias recomendaciones:

  • Mantener una buena hidratación: Se debe beber agua con frecuencia, incluso si no se siente sed, para evitar la deshidratación.
  • Evitar salir durante las horas de mayor calor: Las personas deben quedarse en casa o en lugares frescos durante las horas de mayor calor, generalmente entre las 11 a.m. y las 4 p.m.
  • Controlar la Glucosa: Se debe medir los niveles de glucosa con mayor frecuencia, ya que el calor puede afectar los niveles de azúcar en sangre.
  • Vestirse Apropiadamente: Se debe usar ropa ligera y de colores claros, y protegerse del sol con sombreros y gafas de sol.
  • Consultar al Médico: De presentarse síntomas como mareos, confusión, o calambres musculares, se debe buscar atención médica de inmediato.

Al margen de los pacientes con diabetes, CEOMA recomienda a todas las personas mayores mantenerse hidratadas y en espacios frescos y ventilados, y solicita a las instituciones que tomen las medidas necesarias para evitar complicaciones en este grupo poblacional, especialmente en las personas que viven solas.

Reforzar los equipos en los ambulatorios y mejorar la atención domiciliaria son algunas de las medidas que propone CEOMA para ayudar a que las personas mayores puedan disfrutar del verano sin sufrir problemas de salud relacionados con el calor.