Mantener la mente activa durante el verano contribuye a reducir el riesgo de desarrollar Alzheimer. De este modo, en esta época del año donde las rutinas cambian y el calor puede disminuir la actividad física, es crucial adoptar hábitos que estimulen el cerebro y promuevan el bienestar cognitivo.

Según datos la Organización Mundial de la Salud (OMS), se calcula que entre un 5% y un 8% de la población general de 60 años o más sufre demencia en un momento determinado. En concreto, más de 55 millones de personas padecen demencia en todo el mundo y cada año se suman casi diez millones de casos nuevos. En este contexto, la OMS señala que el Alzheimer es la forma más común de demencia y puede representar entre un 60% y un 70% del total de los casos.

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Entre un 5% y un 8% de la población de 60 años o más sufre demencia

Miryam Piqueras, supervisora médica de Sanitas Mayores, destaca que “el aumento de las actividades al aire libre y las vacaciones familiares durante el periodo estival suele ser una buena oportunidad para incorporar hábitos saludables que mantengan la mente activa. Es preciso prestar atención y no dejar que el sedentarismo predomine en la mayoría de los días”.

Ante esta situación, los expertos de Sanitas Mayores han elaborado un listado con una serie de consejos y actividades que se pueden practicar durante la época estival:

  • Lectura diaria
    Estimular la mente con la lectura de libros, revistas o periódicos va a mejorar aspectos como la concentración, pero también contribuye a ampliar el conocimiento y mantener el cerebro en funcionamiento.
  • Juegos mentales
    Participar en juegos de mesa o realizar actividades más individuales diariamente como crucigramas, sudokus y rompecabezas fomenta la agilidad mental y ayuda a mantener las capacidades cognitivas.
  • Aprendizaje continuo
    Inscribirse en talleres, cursos o actividades formativas, ya sea de manera presencial o en línea, contribuye a mejorar aspectos como la autoestima al aprender algo nuevo. Además, estimula el cerebro y promueve la neuroplasticidad.
  • Participación en actividades comunitarias
    Asistir a eventos locales, grupos de lectura, clubes de mayores o actividades de voluntariado también beneficia al bienestar emocional, a la salud mental y a las capacidades cognitivas. La interacción social es clave para prevenir el aislamiento y mantener el cerebro activo.
  • Conexión con la familia
    Mantenerse en contacto regularmente con familiares y amigos es clave durante esta época del año. Es muy beneficioso aprovechar las reuniones familiares para fortalecer los lazos emocionales y compartir recuerdos, lo que por otra parte también estimula la memoria. En este sentido, la tecnología también puede ser una gran aliada para mantener el contacto.

Por su parte, Nuria Cañas Cano, nutricionista de Blua de Sanitas, señala que “una alimentación equilibrada y rica en nutrientes también es fundamental para la salud cerebral. Consumir una dieta rica en antioxidantes, vitaminas y ácidos grasos omega-3 puede mejorar la función cognitiva y reducir el riesgo de Alzheimer.

En concreto, la nutricionista de Blua de Sanitas destaca algunos de los alimentos que son más beneficiosos en este sentido:

  • Frutas y verduras ricas en polifenoles: son potentes antioxidantes, que protegen las células cerebrales del daño. Se encuentran por ejemplo en frutos rojos, brócoli, uvas, alcachofas…
  • Pescados grasos: como el salmón y la sardina, altos en omega-3, que son cruciales para el buen funcionamiento del cerebro.
  • Frutos secos y semillas: fuente de vitamina E, omega 3 y fibra, nutrientes esenciales para la salud cognitiva.
  • Granos enteros: aportan energía de manera constante ya que gracias a la fibra se evitarán los picos de azúcar que pueden afectar negativamente al cerebro.
  • Hidratación adecuada: beber suficiente agua es vital para mantener el cerebro bien hidratado y en pleno funcionamiento.

“La adopción de hábitos saludables que incluyan la estimulación mental y una dieta equilibrada es esencial para mantener la salud cerebral en las personas mayores. Estos cambios no solo pueden retrasar la aparición de síntomas de alzheimer, sino que también mejoran la calidad de vida de estas personas en general”, concluye Nuria Cañas.