En lo que va de año 2024, se han contabilizado más de 100 víctimas por incendio, una cifra alarmante. Por ello, desde TECNIFUEGO, Asociación Española de Sociedades de Protección contra Incendios, para evitar más muertes se exigen medidas de seguridad obligatorias, como es un detector de incendios en el interior de la vivienda.

En caso de incendio es muy importante saber reaccionar de una manera eficiente. Por ello, la concienciación y formación del ciudadano, desde la más temprana edad, realizando simulacros de incendios y saber manejar los equipos de seguridad, resulta muy importante para evitar tragedias derivadas de un incendio.

Las causas eléctricas (fallos, sobrecarga, enchufes averiados, regletas, recarga de baterías por la noche…) son la principal causa de incendios con víctimas. En este sentido, hay un factor que intensifica el riesgo y es la tarificación eléctrica nocturna en instalaciones eléctricas antiguas, en mal estado, o sobrecarga de la red en horario no vigilado, mientras las personas duermen.

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Los fallos eléctricas son la principal causa de incendios con víctimas

TECNIFUEGO recomienda algunos consejos a tener en cuenta sobre las instalaciones eléctricas como por ejemplo:

  • Desconectar los aparatos eléctricos que no se usen
  • No sobrecargar los enchufes conectando varios aparatos
  • Evitar cables pelados y sin protección
  • No manipular en la red eléctrica especialmente con el suelo mojado
  • No realizar arreglos provisionales en lámparas ni aparatos eléctricos
  • Colocar los sistemas de protección adecuados a su potencia eléctrica

Además, las instalaciones deben ser revisadas por técnicos especializados cuando se observen fallos en su funcionamiento o después de 10 años de su instalación.

Ademas, TECNIFUEGO recomienda algunas soluciones de probada fiabilidad y bajo coste que reducirían drásticamente, no solo el número de víctimas mortales, sino también los heridos y las pérdidas materiales. Para una protección integral se deben de instalar tanto medidas de protección activa como de protección pasiva.

Se denomina protección activa a los equipos y sistemas para detectar y extinguir un incendio, como el extintor, el detector de humos, o el rociador automático:

  • El detector de humos es un equipo que detecta las partículas de humo y avisa con sonido y/o luz de manera temprana. Además, la alarma se puede transmitir al exterior de la vivienda, avisando al resto de inquilinos y al servicio de emergencias.
  • El extintor es fácil de instalar, solo es necesario colgarlo en un lugar visible, de fácil acceso y en las zonas de mayor riesgo, como es la cocina. Su uso es sencillo tras un pequeño entrenamiento.
  • La manta ignífuga proporciona seguridad, en casos de conato o incendios pequeños, es muy fácil de usar y eficaz contra el fuego.
  • Los rociadores automáticos descargan automáticamente agua exclusivamente sobre el área afectada por el fuego.

La protección pasiva consiste en el uso de elementos constructivos y productos especiales que puedan evitar el inicio y la propagación del incendio, además de facilitar la evacuación de las personas en condiciones seguras, sin olvidar que ofrecen un plus de tiempo a los equipos de bomberos para sus labores de intervención y rescate. Ante un incendio, disponer del diseño adecuado de protección pasiva, debería garantizar:

  • Compartimentación en sectores de incendio (mediante puertas, cerramientos y sellados) que permitan mantenerse seguros y aislados del riesgo
  • Eliminación de la propagación por fachadas y cubiertas a otras viviendas/edificios (a través de materiales que no propaguen la llama ni generen humos tóxicos)
  • Protección estructural que mantenga la estabilidad del edificio, al menos, durante la evacuación de ocupantes y la intervención de equipos externos.

Además de formar en las escuelas es importante sensibilizar a la población de que unas sencillas medidas de prevención y la instalación de los medios de protección contra incendios señalados salvan vidas. Por ello, la campaña de TECNIFUEGO “Objetivo: Víctimas Cero” por incendio, destaca la mayor incidencia entre ancianos y personas que padecen limitación de sus capacidades; el mayor riesgo que suponen las instalaciones eléctricas envejecidas y obsoletas; los multienchufes; y el aumento de incendios por un nuevo riesgo, el electrónico, debido a los aparatos con baterías de litio, sin olvidar la inexistente exigencia de reacción al fuego en mobiliarios y decoración, entre otros.

Con esta campaña, TECNIFUEGO y asociaciones de bomberos están solicitando las modificaciones pertinentes del Código Técnico de Edificación y demás normativa para hacer obligatoria la instalación de detectores de humo en casas de nueva construcción, algo que ya existe en muchos países europeos. Este es un primer paso en la seguridad de todos, que esperemos siga evolucionando hasta alcanzar el objetivo señalado.

Cabe recordar que 2022 ha sido el año con más víctimas mortales por incendios en vivienda desde 2010, fecha de la primera edición del estudio de “Víctimas de Incendios y Explosiones en España” elaborado por Fundación MAPFRE y la Asociación Profesional de Técnicos de Bomberos (APTB). Los 18.429 siniestros que tuvieron lugar en viviendas, un 16% más, produjeron un total de 176 fallecidos (24 más que en 2021), siendo los mayores de 64 años los que acumulan más de la mitad de las muertes, con 93 víctimas mortales.