La sepsis causa hasta el 20% de las muertes en el mundo, un porcentaje que podría reducirse implementando protocolos en los hospitales que faciliten su detección precoz, tal y como se realiza con otras enfermedades como el ictus o el infarto de miocardio.

La sepsis es una afección grave que se produce cuando el sistema inmunitario responde de manera extrema a una infección, lesionando sus propios tejidos y órganos. Sus síntomas son inespecíficos, lo que conlleva que su diagnóstico se retrase con frecuencia, pudiendo llegar a provocar consecuencias negativas a largo plazo.

geriatricarea sepsis
Las personas mayores o con un sistema inmunitario debilitado presentan mayor riesgo de sepsis

Los pacientes manifiestan síntomas similares a los de un caso grave de gripe, tales como fatiga y apatía. Además, otros síntomas son:

  • confusión repentina
  • respiración rápida y forzada
  • aumento de la frecuencia cardíaca y disminución de la presión arterial
  • sensación de frío en la piel
  • manchas en brazos y piernas

Como consecuencia de ello, el sistema inmunitario se activa de tal manera que actúa contra los propios órganos del paciente, lo que puede generar graves daños corporales e incluso la muerte. En España se estima que alrededor de 1.000 casos de sepsis son atendidos anualmente.

Detectar la enfermedad rápidamente es fundamental

Tal y como advierte Uriel García, director médico de AOP Health, compañía especializada en la investigación y el desarrollo de terapias para enfermedades raras y cuidados intensivos, «cualquier caso de sepsis precisa de una actuación rápida y ágil. Por ello, es clave que cualquier persona que identifique los síntomas propios de esta enfermedad, acuda a un centro médico para ser evaluado por un especialista. Un aviso precoz puede facilitar el diagnóstico y reducir al mínimo los daños consiguientes”.

Y es que detectar la enfermedad rápidamente es fundamental en todos los casos, sea cual sea la edad del paciente. Las personas mayores, muy jóvenes, y aquellas con un sistema inmunitario debilitado como consecuencia de una enfermedad crónica o grave, como el cáncer o la diabetes, presentan mayor riesgo de sepsis. Por lo tanto, la prevención es especialmente importante.

Evitar infecciones es una de las principales vías de prevención. Por ejemplo, se recomienda aplicar medidas de higiene, como lavarse las manos o desinfectar las heridas, y vacunarse en aquellos casos que sea necesario. Estas medidas pueden reducir el riesgo de desarrollar sepsis”, señala Uriel García.

Cuando los supervivientes de sepsis vuelven a casa, es habitual que se sientan desconcertados y abrumados. Por ello, es importante que familiares y cuidadores pongan especial interés en factores como:

  • déficits de atención
  • problemas con el equilibrio
  • trastornos del sueño y fatiga
  • disfunciones orgánicas

Después de su estancia en el hospital, es importante brindar atención a los pacientes no sólo médica, sino también psicológica. Además, es recomendable que los familiares busquen ayuda y apoyo para aprender a manejar mejor la situación, si así lo necesitan«, añade director médico de AOP Health.

La detección y el inicio precoz del tratamiento, junto con los programas de ayuda y rehabilitación para supervivientes, pueden ser de gran ayuda para reducir la carga a largo plazo de los efectos de la sepsis en el sistema de salud y la sociedad.