Los fisioterapeutas geriátricos promueven el envejecimiento activo y la movilidad de los mayores, para mejorar su calidad de vida y mantener su autonomía el mayor tiempo posible, tal y como indican desde la Fundación San Rosendo.

Los principales beneficios de la labor de los fisioterapeutas en los centros de mayores son el mantenimiento y mejora de la coordinación y el equilibrio de las personas de edad, lo que reduce el riesgo de caídas y lesiones. A través de técnicas como la gimnasia geriátrica o los masajes, fortalecen también la masa muscular, la flexibilidad y reducen dolores, además de mejorar la postura corporal.

En este sentido, Mari Luz González, responsable de Calidad de la Fundación San Rosendo, destaca «la atención personalizada que desarrollan los fisioterapeutas, que analizan la situación personal de cada usuario«. Tienen en cuenta el estado de cada persona, así como sus necesidades y capacidades personales para planificar las técnicas y actividades que mejor se adaptan a cada usuario.

Por su parte, Jose Luis Gavela, presidente de la Fundación San Rosendo, señala que con sus cuidados estos profesionales «ayudan a mejorar el bienestar físico y también mental de los mayores, proporcionándoles un envejecimiento más activo y saludable«.

Por ello, la Fundación San Rosendo celebró el Día Internacional de la Fisioterapia poniendo en valor la labor que desarrollan los 35 profesionales que ejercen esta profesión en sus centros. A través de fotos conmemorativas, vídeos y manualidades, usuarios y trabajadores de las residencias homenajearon a su equipo de fisioterapeutas, de manera presencial y a través de las redes sociales de la Fundación, que dispone de 73 centros asistenciales en Galicia: 60 para personas mayores, 11 para personas con discapacidad, uno para el tratamiento del alcoholismo y un centro de inclusión.