Desde la Confederación Española de Organizaciones de Mayores (CEOMA) se alerta sobre el preocupante aumento de suicidios en personas mayores debido a la soledad no deseada. Desde esta entidad se insta a las autoridades a intensificar las acciones preventivas y se subraya la importancia de la detección temprana de estos casos.

José Luis Fernández Santillana, presidente de la Confederación Española de Organizaciones de Mayores (CEOMA) insta a “intensificar las acciones preventivas” para evitar suicidios provocados por una soledad no deseada entre las personas mayores. Y es que situaciones de aislamiento social y físico o abandono del entorno familiar “pueden acabar derivando en depresiones y, lamentablemente, si no se atienden clínicamente a tiempo pueden derivar en suicidios”.

Geriatricarea- soledad no deseada-Fundación Alares
Tras las caídas accidentales, los suicidios son la segunda causa de mortalidad entre el colectivo de las personas mayores

El presidente de CEOMA también recalca que “los mayores, junto con los más jóvenes, son un colectivo especialmente sensible, y las situaciones de presión a las que se ven sometidos hacen que se den este tipo de situaciones. Pobreza energética, escasez de recursos, viviendas no adaptadas o no contar con un colchón familiar pueden llevar a ello”.

El presidente de CEOMA recuerda que, tras las caídas accidentales, los suicidios son la segunda causa de mortalidad no natural entre el colectivo, por lo que hace hincapié en la necesidad de trabajar por “la detección precoz de estas situaciones. En este sentido celebra que, gracias a la prevención, “haya disminuido el número de suicidios en España por primera vez en cinco años”, por lo que “las administraciones deberían poner más medios orientados a ello, formar a los servicios médicos y de enfermería para la detección de estas situaciones y la derivación a psiquiatría”.

Fernández Santillana también incide en la importancia del entorno de las personas afectadas, afirmado que “los vecinos pueden y deben ayudar a prevenir estas situaciones”. Además, sostiene que, según su criterio, también se debería normalizar el hecho de ir al médico por un problema de salud mental, concluyendo que “debemos concienciar a las personas mayores de que salud mental debe tratarse con la misma normalidad con la que se trata una gripe. Nadie tiene reparos en decir que va al médico y lo mismo tenemos que conseguir para poder manifestar que va al psiquiatra y que ello sea un acto natural”.