Un artículo de Marta Alejandra Martín García,
logopeda en el Centro Sociosanitario Hermanas Hospitalarias de Palencia

El deterioro cognitivo leve (DCL) es un deterioro en el rendimiento de uno o varios dominios cognitivos y un deterioro de funcionamiento cognitivo para la edad de la persona, que no interfiere en la autonomía de la persona para poder llevar a cabo sus actividades de la vida diaria.

Uno de los principales síntomas en el DCL son los cambios en la comunicación. Se presentan dificultades en memoria, denominación, conocimiento semántico, fluidez verbal, discurso narrativo, comprensión y dificultades en el procesamiento léxico semántico y sintaxis.

Diferentes estudios hablan de como las personas con DCL retienen cierta capacidad de neuroplasticidad, un potencial de plasticidad cognitiva, habilidades de aprendizaje o estrategias de reserva que pueden desarrollarse y estimularse para modificar y optimizar su adaptación al entorno, particularmente en las etapas leves cuando el proceso neurodegenerativo no está muy avanzado, es decir, es una respuesta que da el cerebro para adaptarse a las nuevas situaciones y restablecer el equilibrio alterado, después de la lesión.

Esta capacidad que tienen las neuronas lesionadas para regenerarse y establecer conexiones nuevas, son las que el logopeda debe de estimular para lograr los mayores beneficios para la persona con DCL.

Otro de los aspectos que hay que señalar, es la importancia de fomentar la socialización en las personas con deterioro cognitivo. Se ha encontrado una relación entre la depresión y el lenguaje y, trabajando la depresión a través de diferentes técnicas de motivación y emoción, se puede mejorar el lenguaje.

La presencia del logopeda en los centros sociosanitarios es cada día más necesaria para llevar a cabo una intervención de manera sistémica y apoyándose en las familias de las personas con deterioro cognitivo leve (DCL) y, sobre todo, trabajando desde un equipo multidisciplinar.

Esta intervención logopédica en personas afectadas por DCL, incluirá técnicas tanto para las funciones ejecutivas, como para el lenguaje. Toda la intervención ira dirigida hacia la mejora de su autonomía y de su calidad de vida.

Por ello, la intervención logopédica en personas afectadas con DCL debe de ser una intervención grupal en la que las personas puedan establecer vínculos emocionales entre ellos, aumentando la confianza en sí mismos y permitiéndoles su integración social.