Definición, tipos más comunes y la importancia de la intervención multidisciplinaria para mejorar la autonomía y la calidad de vida

Un artículo de Nuria Gutiérrez, Psicóloga en Colisée Sauvia

¿Qué son las enfermedades neurodegenerativas?

En el ámbito de la neurología, se trata de una afección de carácter neurológico en el que las células del sistema nervioso central, particularmente las neuronas, se deterioran progresivamente y mueren. La evolución de la enfermedad es progresiva y empeora con el paso del tiempo. Estas enfermedades ocasionan alteraciones motoras, cognitivas y, en algunos casos, emocionales o del comportamiento.

Las causas de estas enfermedades son multifactoriales e incluyen factores genéticos, ambientales y procesos biológicos complejos. Para poder afrontar esta realidad existen terapias rehabilitadoras con el fin de mantener o ralentizar los efectos degenerativos.

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Las enfermedades neurodegenerativas ocasionan alteraciones motoras, cognitivas y, en algunos casos, emocionales o del comportamiento

¿Cuáles son las enfermedades neurodegenerativas más comunes?

Entre los cientos de trastornos neurodegenerativos diferentes, hasta ahora la mayor parte de la atención se ha dedicado a un puñado de ellos, entre ellos están:

  • Enfermedad de Alzheimer (EA): Es la forma más frecuente de demencia, caracterizada por la pérdida progresiva de la memoria, el pensamiento y otras funciones cognitivas.
  • Enfermedad de Parkinson (EP): Esta enfermedad afecta principalmente al control del movimiento. Se manifiesta con síntomas como temblor, rigidez muscular y dificultad para iniciar movimientos. A medida que avanza puede haber deterioro cognitivo.
  • Esclerosis lateral amiotrófica (ELA): Afecta a las neuronas motoras, lo que provoca debilidad muscular, atrofia y, eventualmente, parálisis. A menudo, las funciones cognitivas permanecen intactas en las primeras etapas.
  • Enfermedad de Huntington (EH): Trastorno hereditario que causa la degeneración progresiva de las neuronas en áreas del cerebro responsables del control motor y la función cognitiva. Los síntomas incluyen movimientos involuntarios, problemas de coordinación y deterioro cognitivo.
  • Esclerosis múltiple (EM): Aunque se clasifica como una enfermedad autoinmunitaria, la EM causa degeneración neuronal debido a la destrucción de la mielina, la cubierta protectora de las neuronas. Esto puede ocasionar problemas de movilidad, equilibrio y funciones cognitivas.
  • Demencia frontotemporal: Un grupo de trastornos que afectan los lóbulos frontales y temporales del cerebro, lo que provoca cambios de personalidad, dificultades en el lenguaje y problemas de comportamiento, en lugar de pérdida de memoria predominante.

Cada una de estas enfermedades presenta características únicas y afecta a las personas de diferentes maneras, pero todas comparten el rasgo común de una degeneración neuronal progresiva que impacta significativamente la calidad de vida.

Características comunes de las enfermedades neurodegenerativas

Las enfermedades neurodegenerativas comparten un patrón común de degeneración neuronal que afecta a diversas funciones, y aunque cada tipo presenta características específicas, estas similitudes resaltan la complejidad de su manejo y la importancia de enfoques integrales en el tratamiento y la rehabilitación.

  • Degeneración progresiva: Todas estas enfermedades implican una pérdida gradual de neuronas, lo que conduce a un deterioro funcional a lo largo del tiempo.
  • Impacto en funciones cognitivas: La mayoría de las enfermedades afectan las capacidades cognitivas, incluyendo memoria, pensamiento y habilidades de resolución de problemas.
  • Alteraciones motoras: Muchas de estas condiciones causan dificultades en el control del movimiento, que pueden incluir temblores, rigidez, debilidad muscular y problemas de equilibrio.
  • Cambios de comportamiento y estado de ánimo: Es común que los pacientes experimenten cambios en la personalidad, depresión, ansiedad y desinhibición social.
  • Dificultades en la comunicación: Los problemas de habla y lenguaje son frecuentes, lo que puede dificultar la interacción social y la expresión de necesidades.
  • Conservación de la conciencia: A pesar de la pérdida de habilidades funcionales, muchas personas mantienen su conciencia y comprensión de su situación hasta etapas avanzadas.
  • Efectos en la calidad de vida: Estas enfermedades impactan significativamente en la calidad de vida de los pacientes y sus familias, aumentando la necesidad de apoyo y cuidado.

¿Cómo se hace el diagnóstico?

El diagnóstico de enfermedades neurodegenerativas es un proceso meticuloso que requiere la colaboración de diferentes especialistas y el uso de diversas herramientas diagnósticas. La combinación de una evaluación clínica exhaustiva, pruebas de imagen, evaluaciones neuropsicológicas y análisis de laboratorio permite a los médicos llegar a un diagnóstico preciso y establecer un plan de tratamiento adecuado.

¿Se puede prevenir?

No se puede garantizar la prevención de enfermedades neurodegenerativas, pero adoptar un estilo de vida saludable, mantenerse mentalmente activo, controlar factores de riesgo cardiovascular y cuidar de la salud mental son estrategias que pueden contribuir a reducir el riesgo. La prevención es un enfoque proactivo que puede tener un impacto significativo en la calidad de vida y la salud cerebral a largo plazo.

Enfoque multidisciplinario en el tratamiento rehabilitador de enfermedades neurodegenerativas

El tratamiento rehabilitador de las enfermedades neurodegenerativas requiere de un enfoque multidisciplinario y personalizado que aborde las necesidades físicas, cognitivas y emocionales del paciente. La colaboración entre fisioterapeutas, terapeutas ocupacionales, neuropsicólogos, logopedas y otros profesionales es crucial para ofrecer un tratamiento integral, con el objetivo de mantener o ralentizar la evolución de la enfermedad y mejorar la calidad de vida y el bienestar general de los pacientes y sus familias.

  • Desde la fisioterapia, el tratamiento de las enfermedades degenerativas en líneas generales tiene varios puntos en común, se abordan con programas específicos de ejercicios activos y dirigidos para pacientes con secuelas leves. Según el tipo de manifestaciones, pueden ir desde un re-acondicionamiento físico generalizado hasta una reeducación de patrones de marcha alterados. En estados avanzados la rehabilitación se centra en terapia manual y pasiva, focalizada en evitar consecuencias del inmovilismo, como técnicas de movilización, fisioterapia respiratoria, postural o circulatoria.
  • Desde la terapia ocupacional, el trabajo rehabilitador se centra en ayudar a los pacientes a recuperar y mantener la capacidad de realizar actividades de la vida diaria. Se lleva a cabo una evaluación y modificación del entorno del hogar para facilitar la independencia del paciente. Esto puede incluir la instalación de ayudas técnicas o modificaciones en la disposición de los muebles. Se trabaja en la rehabilitación de habilidades prácticas, como vestirse, comer y asearse, utilizando métodos que permiten al paciente realizar estas actividades de manera más autónoma. Se enseñan técnicas de conservación de energía y planificación de actividades para ayudar a los pacientes a manejar la fatiga que a menudo acompaña a estas enfermedades.
  • Desde la neuropsicología la rehabilitación se focaliza en las funciones cognitivas y emocionales del paciente. Se llevan a cabo pruebas estandarizadas para evaluar áreas como la memoria, la atención, la percepción y las funciones ejecutivas, identificando áreas que requieren intervención. Se diseñan programas de intervención que incluyen ejercicios de estimulación cognitiva para mantener y mejorar las funciones cerebrales, y se emplean estrategias para ayudar a los pacientes a compensar las deficiencias cognitivas. Se aborda la salud mental del paciente, ayudando a gestionar la ansiedad y la depresión, que son comunes en enfermedades neurodegenerativas.
  • Desde la logopedia se trabaja en la comunicación y deglución. Desarrollan ejercicios para mejorar la articulación y la fluidez del habla, adaptando las intervenciones según el tipo de dificultad que presente el paciente. Llevan a cabo evaluaciones para identificar problemas en la deglución y se implementan técnicas específicas para garantizar la seguridad alimentaria, evitando el riesgo de aspiración. Para aquellos con dificultades severas, se pueden implementar sistemas de comunicación alternativos, como dispositivos de comunicación aumentativa.

En Colisée, nos comprometemos a crear espacios donde las personas mayores puedan seguir siendo activas, promoviendo su autonomía y participación. Nuestras comunidades se basan en los valores fundamentales de dignidad y respeto, personalizando la atención para adaptarse a las necesidades y preferencias únicas de cada individuo.

Referencias bibliográficas:

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  • Przedborski S., Vila M., Jackson-Lewis V. (2003). Neurodegeneración: ¿Qué es y dónde estamos? The Journal of Clinical Investigation, 111 (1), 3-10.