La trombosis, una afección caracterizada por la formación de coágulos sanguíneos en las venas, representa un riesgo significativo para la salud. Por ello, la prevención es fundamental para evitar complicaciones médicas graves. Factores como la inmovilidad prolongada, cirugías, obesidad y ciertas condiciones médicas aumentan el riesgo de desarrollar esta afección.

Por ello, desde la Asociación de Pacientes Anticoagulados y Cardiovasculares (AMAC) se recalca la importancia de conocer los riesgos de la trombosis, cómo detectarla a tiempo y las mejores estrategias para prevenir complicaciones graves.

Geriatricarea- trombosis venosa
La trombosis provoca la formación de un coágulo sanguíneo que puede bloquear el flujo en los vasos sanguíneos y ser potencialmente mortal

A este respecto, la Dra. Pilar Llamas, Jefa del Servicio de Hematología y Hemoterapia del Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz, recuerda que la trombosis es una de las principales causas de mortalidad en todo el mundo.

Y es que una de cada cuatro personas fallece a causa de complicaciones relacionadas con esta enfermedad, y el 60% de los casos de trombosis venosa se presentan durante o después de una hospitalización. Esto subraya la necesidad urgente de estar informados y tomar medidas preventivas.

Qué es la trombosis y sus síntomas

La trombosis es el resultado de la formación de un coágulo sanguíneo que puede bloquear el flujo en los vasos sanguíneos. La trombosis venosa profunda, que suele presentarse en las piernas, puede llegar a causar un tromboembolismo pulmonar si el coágulo viaja hasta los pulmones, lo cual es potencialmente mortal.

Los síntomas de la trombosis varían según su localización: mientras que el tromboembolismo pulmonar puede causar dificultad para respirar, dolor en el pecho y taquicardia, la trombosis venosa profunda se manifiesta a menudo con dolor, hinchazón y enrojecimiento en las extremidades afectadas.

Cómo prevenir la trombosis

Si bien algunos factores de riesgo como la edad o predisposiciones genéticas no se pueden modificar, hay muchos otros que sí se pueden controlar. Para prevenir la trombosis, es clave:

  • mantener una actividad física regular
  • evitar inmovilizaciones prolongadas
  • usar medias de compresión cuando sea necesario,
  • mantenerse bien hidratado

También es fundamental seguir una dieta equilibrada, controlar el tabaquismo, y gestionar adecuadamente enfermedades crónicas como la hipertensión o la diabetes. En situaciones de alto riesgo, como después de una cirugía, el uso de fármacos anticoagulantes puede marcar la diferencia.

Como señalan desde la Asociación de Pacientes Anticoagulados y Cardiovasculares (AMAC), en los últimos años, se han producido grandes avances en los tratamientos anticoagulantes, como la llegada de los anticoagulantes orales de acción directa, que ofrecen mayor seguridad y conveniencia para muchos pacientes, ya que no requieren monitorización constante y tienen menos interacciones que los tratamientos tradicionales.