Los cuidados en la familia se siguen percibiendo como roles fuertemente feminizados, tal y como revela el estudio ‘¿Siguen vivos los estereotipos de género en el siglo XXI?’, del Observatorio Social de la Fundación ”la Caixa”, analiza la atribución de rasgos de personalidad entre hombres y mujeres y constata la perpetuación de estereotipos de género.
Respecto a los cuidados en la familia, esta estudio indica que el 39% de los hombres y el 34% de las mujeres consideran que ellas están más capacitadas para cuidar de los hijos; así mismo, el 37% de los hombres y el 33% de las mujeres opinan que son ellas las que están más preparadas para cuidar de las personas mayores y los familiares enfermos, tal como se puede observar en el siguiente gráfico:
En cambio, las atribuciones de los roles tradicionalmente asociados a los hombres son bastante bajas. Así, el 6% de los hombres y el 7% de las mujeres cree que ellos están más capacitados para ser portavoces de un partido político; el 9% de los hombres y el 5% de las mujeres considera que ellos están más preparados para liderar equipos de trabajo. Por último, el 6% de los hombres y el 4% de las mujeres responden que los primeros son más competentes para poner en marcha una nueva idea comercial.
Los estereotipos de género son ideas preconcebidas que, de forma consciente o inconsciente, se tienen sobre las características, comportamientos y roles que hombres y mujeres presentan en la sociedad. Precisamente, la teoría de los roles sociales sugiere que estos estereotipos son el resultado de los distintos papeles que ellos y ellas han ocupado tradicionalmente.
Se trata de ideas que han perfilado a las mujeres como comprensivas, empáticas, conciliadoras, cuidadoras (lo que se conoce como rasgos «comunales»), mientras que los hombres irrumpen como emprendedores, competitivos, seguros de sí mismos, con capacidad de liderazgo (lo que se conoce como atributos «agénticos»).
A partir de esta base, el estudio publicado por el Observatorio Social de la Fundación ”la Caixa” ¿Siguen vivos los estereotipos de género en el siglo XXI? ha analizado la vigencia de los mismos y ha concluido que los estereotipos de género persisten.
La investigación, liderada por Marta Fraile, del Instituto de Políticas y Bienes Públicos (CSIC) y vicedirectora del mismo, y Paula Zuluaga, del Departamento de Ciencia Política de la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB), se ha basado en una encuesta en línea realizada a 5.000 personas de entre 16 y 75 años, y analiza la percepción de estos estereotipos por grupos de edad.
«Los más jóvenes tienden a presentar visiones menos estereotipadas. En cambio, las generaciones de más mayores, especialmente la de los millennials, y, por supuesto, los mayores de 41 años, generación X y generación boomer, son los grupos que presentan visiones más estereotipadas de la sociedad», destaca la coautora del estudio Marta Fraile.
Preguntados por los rasgos que les definen como persona, los resultados muestran que los hombres con edades comprendidas entre los 55 y los 75 años, propiamente de la generación boomer, se identifican en mayor medida que las mujeres con rasgos como el liderazgo, seguido de la competición y el riesgo.
Entre las mujeres, las participantes con edades comprendidas entre los 55 y los 75 años se identifican en mayor medida que los hombres con rasgos como el afecto, la preocupación por el bienestar de los demás y la importancia del aspecto físico.
«Aunque pueda resultar anticuado, la evidencia recogida corrobora que en el siglo XXI los hombres se siguen identificando en mayor medida con rasgos asociados tradicionalmente a la idea de masculinidad, en especial la competición, el riesgo y el liderazgo, con la única excepción de la independencia. En cambio, las mujeres se siguen identificando con los atributos más típicamente femeninos, en especial la empatía y la preocupación por el bienestar de los demás», destaca Fraile.
Las investigadoras también pidieron a los entrevistados que decidieran, entre un total de 12 ámbitos profesionales, cuales consideraban más propios de hombres, de mujeres o de ambos. En cuanto a las diferencias de género, los hombres suelen mostrar visiones más estereotipadas que las mujeres, en especial en el caso del sector asistencial, sanitario y del cuidado de personas.
«Aunque las ideas tradicionales que asocian la capacidad de liderazgo a lo masculino parecen estar disminuyendo entre las generaciones más jóvenes, a los hombres se les sigue asociando en mayor medida que a las mujeres con funciones emprendedoras. Pero tal vez el resultado más claro es la vinculación de las mujeres con tareas asociadas a los cuidados. Por último, los estereotipos de género se mantienen en el ámbito profesional, en especial en los ámbitos más feminizados, como la sanidad o la educación», concluye la coautora.
Las personas interesadas pueden consultar aquí el estudio ‘¿Siguen vivos los estereotipos de género en el siglo XXI?’, proyecto financiado en la convocatoria para apoyar proyectos de investigación sobre la realidad social de los jóvenes (FS22-1B) del Observatorio Social de la Fundación ”la Caixa”.