Los beneficios para la salud asociados a una correcta alimentación constituyen un factor determinante a la hora de llenar la cesta de la compra de los séniors, tal y como revela un estudio elaborado en colaboración por la plataforma Across the Shopper.

Por lo general, los séniors se sienten poco atendidos por las marcas de alimentación, a las que reclaman texturas más blandas, mejor sabor en los productos adaptados a sus necesidades y mayor oferta de alimentos con beneficios funcionales.

Geriatricarea- alimentación saludable
La gran mayoría de los séniors intenta comer más frutas y hortalizas de manera regular, cocinar más al vapor, evitar los fritos y reducir el consumo de sal y azúcar.

Así, lo indica un estudio del Cluster de Alimentación de Euskadi, elaborado en colaboración con la plataforma Across the Shopper, que toma como referencia las entrevistas realizadas del 27 al 30 de abril a casi 700 personas residentes en todo el Estado, la personas de entre 55 a 75 años, pero recoge también las respuestas de cuidadores de personas mayores de 75 años.

El objetivo que persigue el Cluster con este estudio es que las empresas conozcan más a este público y desarrollen nuevos productos y servicios adaptados a sus consumidores. En este sentido, el Cluster impulsará un proyecto de innovación en cooperación.

La alimentación contribuye a mejorar el estado mental y emociona

El papel de la alimentación en el cuidado de la salud ha experimentado un auge desde la crisis sanitaria del coronavirus. En este sentido, el 64% de los séniors encuestados asegura esforzarse más que antes por mantener una alimentación saludable.

La alimentación se convierte así en un aliado a la hora de hacer frente a los «achaques» que van apareciendo en su vida. El 42% la utiliza para paliar dolencias relacionadas con el sobrepeso, el tránsito intestinal, el colesterol y los problemas digestivos. Pero los beneficios que los séniors buscan en los alimentos no se limitan al plano físico. La gran mayoría (83%) considera que una alimentación sana contribuye también a mejorar su estado mental y emocional.

Debido a la importancia que otorgan a su dieta, a los séniors les gusta estar al día de las últimas tendencias en alimentación, de las que se informan principalmente en las tiendas a las que acuden a comprar (52%), pero también a través de internet (39%).

En el caso de sus cuidadores, el 65% se informa a través del médico nutricionista sobre la alimentación del mayor. No obstante, tanto a séniors (38%) como a cuidadores (52%) les gustaría recibir consejos personalizados de nutrición por parte de las marcas y establecimientos para ayudarles a llevar una dieta saludable.

A nivel de surtido, sus demandas se centran en;

  • el desarrollo de texturas más blandas (40%)
  • que los productos adaptados a sus necesidades sean sabrosos (39%)
  • el incremento de la oferta de productos con beneficios funcionales como omega 3, calcio, magnesio, etc. (34%).

Hábitos de compra: el precio no es determinante

Con la edad, ganan peso las opciones de alimentación más saludables. La gran mayoría de los séniors intenta comer más frutas y hortalizas de manera regular, cocinar más al vapor, evitar los fritos y reducir el consumo de sal y azúcar. En este campo, los ‘productos sin’ (bajos en grasa, light, cero azúcar, sin sal, etc.) le ganan la partida a los ‘productos con’ (enriquecidos con calcio, con magnesio…).

A la hora de decantarse por determinado producto, el precio no es la principal variable de elección. Así, más que por las ofertas y promociones, los séniors se guían más por;

  • la fecha de caducidad
  • los beneficios para la salud
  • los ingredientes naturales
  • el sabor

Así mismo, reclaman etiquetas más legibles y consideran el sabor como el principal punto de mejora. Por lo tanto, de cara a acercarse a los séniors, las empresas fabricantes deberán priorizar el sabor y potenciar los beneficios para la salud de sus productos.

Respecto a sus hábitos de compra, 8 de cada 10 tienen el supermercado/hipermercado como establecimiento habitual, y el 68% también compra alguna vez en las tiendas de barrio especializadas. Para este target, el trato que recibe del personal de la tienda es relevante e influye en sus decisiones.

Por este motivo, les gusta ir a comprar a lugares donde les conocen (58%), tienen en cuenta la buena atención del personal y la amabilidad de los empleados (86%), y estiman importante que se les ayude y asesore en sus compras (64%). Aunque les gusta acudir al lugar de compra, para el 15% supone un verdadero esfuerzo físico, y el 25% utiliza el servicio de entrega a domicilio.

De cara a escoger el establecimiento, de nuevo, el precio no es lo más determinante. Los principales factores de elección son;

  • que tenga productos de calidad (95%)
  • la facilidad para encontrar los productos que buscan (92%)
  • la variedad de marcas y productos (90%)

También son importantes aquellos mecanismos que facilitan el proceso de compra, como la manejabilidad de carros y cestas, la comodidad de los accesos (rampas, barandillas, etc.) o la disponibilidad de lupas en el lineal.

Un colectivo digitalizado

Este estudio del Cluster de Alimentación de Euskadi también recalca que os séniors se sienten cómodos utilizando las nuevas tecnologías. El 66% las usa en su día a día, y hasta el 95% cuenta con un smartphone. Se trata de un colectivo conectado tecnológicamente que participa activamente en redes sociales (el 91% tiene Whatsapp, el 65% cuenta con perfil de Facebook y el 33% maneja Instagram). No obstante, tan solo el 16% utiliza internet para adquirir productos de alimentación mientras que el total de la población que lo hace es del 33%.

Esta realidad se ha visto acelerada de manera exponencial por la crisis sanitaria del coronavirus, como evidencia el hecho de que, del total de séniors que usa el comercio online, una tercera parte ha empezado a hacerlo a raíz de la pandemia. En cuanto al 84% de los séniors que no compran productos de alimentación por la vía online, el principal freno que aducen es que les gusta poder ver y tocar los productos antes de comprarlos (63%).

Entre los séniors que sí compran alimentos por internet, los productos más demandados por esta vía son las bebidas (73%), droguería y productos de limpieza (71%), productos de higiene y cuidado personal (70%), y alimentación envasada no refrigerada (61%).

A la par que la salud, la sostenibilidad es otra de las cuestiones que la pandemia ha puesto sobre la mesa. Al 58% de los séniors le preocupan más que antes los temas relacionados con el medioambiente, y sus demandas se centran en la reducción del plástico en sus productos (91%), y la disminución del desperdicio alimentario (90%).

Por ello, la mayoría compra a granel siempre que puede (56%), se decanta por productos de proximidad (70%) y prefiere comprar a empresas locales en lugar de hacerlo a multinacionales (69%). El 53% dice fijarse más en las marcas comprometidas con la sociedad, y el 16% compra habitualmente productos ecológicos.

La presentación del informe tuvo lugar en un webinar organizado por el Cluster de Alimentación de Euskadi que contó con la intervención de Xavier Cros, experto en el conocimiento del shopper.