La Federación AICE (Federación de Asociaciones de Implantados Cocleares de España) ha puesto en marcha la iniciativa ‘Ser Oído’, que apuesta por un futuro mejor para las personas mayores con pérdida auditiva profunda. Esta plataforma busca sensibilizar sobre la necesidad de construir un futuro más inclusivo, accesible y sostenible para quienes padecen de hipoacusia, así como mejorar el acceso al implante coclear para la población mayor.
En España hay más de 1.230.000 personas en el país con algún tipo y grado de pérdida auditiva, según datos del INE. De ese total, más de 200.000 la padecen en grado profundo, haciendo que les sea prácticamente imposible mantener una conversación hablada.
Se trata de una problemática que perjudica especialmente a las personas mayores de 65 años, ya que además de predisponerlas a una pobre comunicación, les provoca una menor actividad cognitiva y una mayor probabilidad de padecer demencia. De acuerdo con un estudio de la Universidad de la Columbia Británica, por cada 10 decibelios de pérdida auditiva, el riesgo de aislamiento social aumenta en un 52%.
Los implantes cocleares son actualmente el único tratamiento para el abordaje terapéutico de la pérdida profunda, aunque se estima que solo el 5,7% de los candidatos adultos tiene acceso a éste. Estos dispositivos están cubiertos por el Sistema Nacional de Salud (SNS), pero factores como el estigma, la necesidad de formación especializada para profesionales sanitarios, las deficiencias en el proceso de derivación de pacientes y las limitaciones presupuestarias de las CCAA dificultan su implementación.
En este sentido, la iniciativa ‘Ser Oído‘ de la Federación AICE, que cuenta con la colaboración de GAES y Cochlear, busca contrarrestar estos factores que dificultan el acceso al implante coclear para las personas mayores. Así, tiene entre sus objetivos sensibilizar tanto a los profesionales sanitarios como al conjunto de la sociedad para combatir el estigma relacionado con la pérdida de audición y la negación de ésta. En la misma línea, pretende impulsar la detección y el tratamiento precoz con una financiación sostenible que garantice un acceso más equitativo para el conjunto de los pacientes.
Tal y como apunta, Dra. Shelly Chadha, responsable de audición de la OMS, «la pérdida auditiva no tratada impacta económicamente en la sociedad, ya que es un enlace directo al aislamiento y acelera la demencia. La salud auditiva es esencial y debe tratarse a través de un cambio de mentalidad social y de estrategias de salud pública como la creación de un cribado auditivo universal a partir de los 55 años y acceso a tecnología y servicios de rehabilitación».
Por su parte Inma Soto, presidenta de la Federación AICE, destaca la importancia de una iniciativa como esta, ya que «facilitar el acceso al implante coclear, particularmente para las personas mayores con pérdida profunda, es una necesidad que urge desde hace tiempo. Como sociedad, hemos llegado a normalizar que nuestros familiares de la tercera edad y cuarta edad estén ausentes en las conversaciones cuando podrían participar activamente si hubieran recibido el tratamiento adecuado».
Por su parte, el Dr. Carlos Cenjor, otorrinolaringólogo y presidente del comité científico de GAES, recalca el papel de los profesionales. «Es importante concienciar tanto a nuestros compañeros como a la sociedad del importante deterioro que implica la pérdida de audición en la 3ª y 4ª edad y la afectación derivada tanto en términos de salud como de calidad de vida. Es preciso poner de relieve que las actuales tecnologías nos permiten resolver el problema muy satisfactoriamente, tanto en el campo de las ayudas auditivas como el de los implantes cocleares», afirma.