Un artículo de David Vela, director de la clínica Lyceum
y coordinador de proyectos de servicios de fisioterapia y rehabilitación en residencias
La fisioterapia en las residencias está experimentando en los últimos años una transformación importante tanto para la propia profesión como para la visión de los centros de mayores, ya que cada vez más los usuarios y sus familias demandan mayor promoción a la autonomía e ir más allá en los enfoques tradicionales.
Por experiencia propia, huir de lo convencional, de tratamientos solo basados en autopasivos, electroterapia o dinámicas poco estimulantes, estamos comprobando que una metodología basada en programas grupales diseñados según nivel de autonomía no solo optimiza los resultados terapéuticos, sino que también mejora la experiencia de los residentes, la motivación de los profesionales y la imagen del centro hacia los familiares, haciéndoles además más partícipes en las dinámicas y de los resultados terapéuticos de los residentes.
Cada programa suele tener una duración de unos tres meses y centrado en una temática concreta que rodea todas las actividades propuestas. De este modo conseguimos la misma dirección en cualquiera de los grupos de residentes y un ambiente capaz de calar no solo en los propios usuarios y su familia, sino también en el resto de personal de las residencias.
Un enfoque hacia cada tipo de usuario
La dependencia, tanto motora como cognitiva plantea el reto de ofrecer tratamientos efectivos y personalizados. Los programas grupales diseñados según la autonomía del usuario, permiten dividir a los residentes en grupos homogéneos, facilitando la implementación de actividades adaptadas y objetivos específicos para cada nivel. Hemos clasificado a los residentes según autonomía:
- Independientes: Personas con movilidad autónoma, pero con riesgo de deterioro funcional.
- Semidependientes: Residentes que requieren asistencia para ciertas ABVD y AIVD, pero mantienen una autonomía general
- Dependientes: Residentes con movilidad muy limitada o deterioro cognitivo moderado o grave, con dependencia en todas o casi todas las ABVD y AIVD
Beneficios de los programas de fisioterapia
La implementación de programas grupales ofrece un enfoque más dinámico y motivador. Algunos de los beneficios clave incluyen:
- Mejora de la adherencia al tratamiento: Las sesiones grupales promueven la socialización, lo que fomenta una mayor participación y continuidad en las actividades. La interacción entre los residentes genera un ambiente positivo que estimula la asistencia y reduce la sensación de aislamiento.
- Mayor motivación: Las dinámicas grupales, apoyadas en temáticas y acompañadas de retos, juegos, música o actividades recreativas hacen que las sesiones sean más atractivas y una mayor adherencia y seguridad en sí mismos.
- Objetivos concretos: Es fundamental que estos programas sean específicos según niveles de dependencia. Por ejemplo, en el grupo “independientes”, los objetivos suelen centrarse en mantener la capacidad funcional y promoción a la autonomía mientras que en el grupo “dependientes” se pueden priorizar actividades que prevengan complicaciones como úlceras por presión o rigidez articular.
- Medición y análisis de resultados: El enfoque por grupos, la motivación de los residentes y la consecución de las actividades y retos propuestos facilita el seguimiento del progreso y nos permiten medir el impacto de las intervenciones.
Cambio de rol en la figura del fisioterapeuta en las residencias
La implementación de estos métodos de trabajo basados en programas trimestrales también transforma el rol del fisioterapeuta. Trabajar bajo una dinámica establecida, con objetivos SMART y con proyectos con un principio y un final sin duda hace mas atractiva la función del profesional.
La planificación ayuda a mejorar la organización del trabajo, las actividades mejoran la relación con los residentes y sus familiares, se genera mayor empatía y, gracias a la medición de resultados, se refuerza la satisfacción del fisioterapeuta por la labor realizada.
Tal y como señalan desde la World Health Organization en su artículo Decenio del Envejecimiento Saludable 2020-2030, «la buena salud añade vida a los años. Las oportunidades que se abren con el aumento de la longevidad dependen en gran medida del envejecimiento saludable».
Así, este enfoque de trabajo en residencias puede representar un cambio de paradigma en la fisioterapia aplicada en residencias, alejándose de enfoques pasivos y poco motivadores. La inclusión de programas grupales adaptados permite que los residentes asuman un rol más activo en su tratamiento, fomentando su autonomía y bienestar emocional.
¿Cómo es la dinámica de cada programa?
Antes de implementar un programa terapéutico se debe generar un cronograma que recoja la planificación, se debe documentar las diferentes actividades de cada grupo, tipos de interacción con el equipo multidisciplinar y tener claros los objetivos y, sobre todo, sus mediciones.
Una vez se inicia el programa se van realizando las diferentes acciones, siempre bajo el paraguas de la temática elegida y con el aliciente de un fin de proyecto en el que se realiza una actividad que puede ir desde una entrega de premios (por ejemplo, a los mas constantes o a los que hayan recorrido mas kilómetros en una bici estática), actividades con los familiares o una salida fuera de la residencia.
Hasta ahora, nuestra experiencia con la implementación de estos programas de fisioterapia está resultando bastante satisfactoria y hemos observado cómo usuarios difíciles de incorporar a las rutinas de tratamientos o de ejercicios mas clásicos, han tomado interés por participar en diferentes escenarios propuestos y obteniendo un feedback positivo por parte de los residentes, familias y responsables de las residencias.
Bibliografía:
Ministerio de Sanidad. (2020). Actualización sobre la fragilidad y las caídas en las personas mayores.
Organización Mundial de la Salud (OMS). (2020). Propuesta final para la Década del Envejecimiento Saludable (2020-2030).
David Vela: https://www.linkedin.com/in/david-vela