Ya sea por el diagnóstico reciente o por la evolución de la patología, el glaucoma, la segunda causa de ceguera irreversible en el mundo, suele generar problemas emocionales como depresión, ansiedad o estrés, incidiendo de forma negativa en la enfermedad –aumentando la discapacidad visual– y en la calidad de vida de los pacientes, advierte la Asociación de Glaucoma para Afectados y Familiares (AGAF).
Por ello desde la AGAF se destaca la importancia de tener presente el bienestar emocional de los pacientes que padecen glaucoma, un grupo de patologías oculares que se caracterizan por un daño progresivo del nervio óptico debido a una presión intraocular elevada y en las que el paciente, si no se trata, va perdiendo visión.
El glaucoma es conocido como el “ladrón silencioso de la visión” porque en las primeras fases no presenta síntomas y, por ello, el diagnóstico suele llegar cuando la enfermedad está muy avanzada y ya existe una pérdida de visión periférica o del campo visual que es completamente irrecuperable. A día de hoy no existen muchos estudios que centren su atención en los aspectos psicológicos que acompañan al glaucoma, pero lo cierto es que existe un fuerte impacto anímico para el paciente cuando recibe el diagnóstico al ver amenazadas tanto su salud como sus capacidades funcionales, es decir, sus actividades cotidianas.
A todo ello se une el hecho de que los efecto de los trastornos afectivos sobre la enfermedad es tan importante que puede llegar a influir en el cumplimiento de las diversas prescripciones médicas. Diversos estudios han demostrado que las personas que sufren depresión tienen una menor adhesión a los tratamientos, concretamente se estima que es tres veces superior en personas deprimidas.
Visibilizar el impacto del glaucoma en la salud mental
Consciente de la importancia de mejorar la calidad de vida y el bienestar psicológico y emocional de los pacientes, la Asociación de Glaucoma para Afectados y Familiares (AGAF), en colaboración con Angelini Pharma, ha puesto en marcha un proyecto para visibilizar el impacto del glaucoma en la salud mental.
Para ello, se ha llevado a cabo un estudio que ayuda a comprender en profundidad cómo afecta la enfermedad no solo a la visión, sino también al estado emocional y mental de quienes la padecen, y que trata de identificar las necesidades psicológicas de los pacientes, abordando aspectos como la ansiedad, la depresión y la calidad de vida, con el fin de promover estrategias de apoyo que mejoren su bienestar integral. En el marco de este acuerdo, también se llevarán a cabo acciones de concienciación dirigidas a sensibilizar a la sociedad sobre las implicaciones del glaucoma, promoviendo una mayor comprensión de la enfermedad.
Como señala Joaquín Carratalá, presidente de la Asociación de Glaucoma para Afectados y Familiares (AGAF), “en el glaucoma es necesario trabajar las emociones desde el minuto uno del diagnóstico, ya que su desarrollo conlleva enfrentarse a microduelos como pueden ser tener que dejar la actividad laboral, pérdida de la independencia, mantener un cuidado constante de la salud visual mediante revisiones y seguir las pautas médicas, etc. Por este motivo, desde AGAF solicitamos una intervención psicológica complementaria al tratamiento médico”.
En este sentido, Gemma Malla, directora de la Unidad de Oftalmología en Angelini España, advierte que “el glaucoma no solo afecta a la visión, impacta directamente en la salud mental de quienes lo padecen, ya que los cambios en la calidad de vida, la dependencia y la discapacidad visual pueden generar trastornos emocionales como ansiedad, depresión o estrés”.
“Desde Angelini Pharma, estamos comprometidos en apoyar iniciativas como la colaboración con AGAF para dar visibilidad al impacto de esta patología y fomentar un enfoque integral que contemple tanto la salud visual como el bienestar emocional. Entender y atender estas necesidades es esencial para mejorar la calidad de vida de las personas que viven con glaucoma y promover su salud mental a largo plazo”, incide la directora de la Unidad de Oftalmología en esta compañía.
Actualmente, en España se calcula que más de un millón de personas padecen glaucoma y poco más de la mitad de ellos son conscientes de que lo padecen. El tratamiento conlleva el uso de colirios diarios con el fin de intentar frenar su avance y alcanzar la ceguera total. Lamentablemente, este grupo de enfermedades oculares presenta una baja tasa de personas que realicen un correcto seguimiento a nivel terapéutico o en cuanto a las revisiones y controles médicos necesarios.
El patología ocular no tiene cura y, por eso, las pautas médicas, terapéuticas y de investigación se centran en frenar su evolución, ya que supone una pérdida de la visión. Precisamente esa disminución paulatina del campo visual es irrecuperable y suele ser uno de los motivos principales por lo que los pacientes de esta enfermedad suelen presentar un cuadro clínico de ansiedad y depresión.
Por todo ello, desde AGAF se solicitar que el glaucoma se incluya en el grupo de enfermedades neurodegenerativas, lo que permitiría que las investigaciones irían un paso más allá y se encauzarían en la recuperación de las células neuronales perdidas, para así poder avanzar en la futura regeneración de la visión.
“Frenar el avance de la enfermedad ha sido y es la prioridad en la investigación, como es normal. Ahora bien, nosotros también consideramos que es importante que se logre la regeneración neuronal del ojo. No podemos olvidar que estos avances mejorarían la calidad de vida de más de un millón de personas que se calcula que tienen glaucoma en España”, afirma Joaquín Carratalá.