Más de 1.500 millones de personas viven con algún grado de pérdida auditiva, y se estima que esta cifra podría ascender a 2.500 millones de personas en todo el mundo para el año 2050, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Y es que la pérdida auditiva es un problema de salud global en constante aumento.

En este contexto, desde Aural Centros Auditivos se recalca la importancia de la detección temprana y el tratamiento adecuado para mejorar la calidad de vida de las personas afectadas. En este sentido, Cristina Moncusí, audioprotesista de Aural Centros Auditivos, recalca que «las revisiones periódicas son esenciales para prevenir la pérdida auditiva, especialmente en entornos con niveles elevados de ruido. La detección precoz es clave para evitar problemas graves a largo plazo y para fomentar una mejor calidad de vida en las personas afectadas».

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Las revisiones periódicas son esenciales para prevenir la pérdida auditiva

Por su parte, Francesc Daumal, arquitecto y catedrático de emérito especializado en paisajes sonoros, advierte «en un entorno urbano cada vez más ruidoso, es importante alertar sobre los peligros del ruido ambiental continuo y su relación con el deterioro auditivo, promoviendo la concienciación sobre cómo el ruido afecta de manera silenciosa nuestra audición y bienestar general».

Además, medida que se envejece, el cuerpo experimenta cambios naturales, y los oídos no son la excepción. La capacidad auditiva, fundamental para la comunicación y bienestar, también se ve afectada por el paso del tiempo, y es común que muchas personas enfrenten desafíos auditivos debido a estos cambios. Este fenómeno, conocido como presbiacusia o pérdida auditiva relacionada con la edad, afecta a un gran número de personas mayores en todo el mundo, y puede impactar de forma significativa su calidad de vida.

Por ello, Aural, que cuenta con alrededor de 300 gabinetes en toda España, alerta de la importancia de que las personas tomen conciencia sobre la importancia de cuidar su audición. La prevención, el diagnóstico temprano y la atención adecuada son esenciales para mejorar la calidad de vida de quienes enfrentan la pérdida auditiva.