Un artículo de María Remiro, Psicóloga en la Asociación Parkinson Madrid

A menudo, las personas cuidadoras equilibran múltiples tareas, como el cuidado del ser querido, la vida personal y, en algunos casos, un empleo. Organizar el día a día es un arte que combina planificación, flexibilidad y autocuidado, lo que hará que puedas manejar tus responsabilidades con mayor eficacia, menos estrés y más equilibrio. Aquí proponemos 6 consejos prácticos:

Geriatricarea cuidado demencia
Organizar el día a día permite a la persona cuidadora manejar sus responsabilidades con mayor eficacia, menos estrés y más equilibrio

1. Prioriza tus actividades diarias
Haz una lista de todas las tareas que necesitas realizar y clasifícalas según su importancia y urgencia. Pregúntate: “¿Qué es indispensable hacer hoy?” y “¿Qué puedo delegar o posponer?”.
Divide tus actividades en cuatro categorías para tomar mejores decisiones y enfocarte en lo que realmente importa: urgentes e importantes; importantes pero no urgentes; urgentes pero no importantes; y no urgentes ni importantes.
Hemos preparado estas plantillas para que puedas imprimirlas.

2. Usa herramientas de organización
No confíes solo en tu memoria. Emplea herramientas que te ayuden a visualizar tu tiempo:

  • Calendarios digitales: Como Google Calendar, que permite configurar recordatorios y compartir horarios con otros familiares.
  • Listas de tareas: apps como ‘Todoist’ o listas tradicionales en papel para marcar lo que vas completando.
  • Alarmas y temporizadores para recordar citas médicas, horarios de medicamentos o descansos para ti.

3. Crea una rutina diaria flexible
La rutina proporciona estructura, pero recuerda que debes dejar espacio para imprevistos.

  • Horarios regulares. Fija horarios específicos para comidas, medicación y actividades esenciales.
  • Bloques de tiempo. Agrupa tareas similares, como limpieza o preparación de alimentos, para optimizar tu energía.
  • Momentos de autocuidado. Reserva tiempo para ti, aunque sean 15 minutos al día para relajarte, leer o meditar.

4. Aprende a delegar tareas
Delegar es una manera inteligente de cuidar mejor a otras persona y a una misma. Identifica las tareas que otras personas pueden asumir:

  • Familiares y amigos. Habla abiertamente sobre las áreas en las que necesitan apoyarte, como hacer las compras o acompañar a tu ser querido a una cita.
  • Servicios externos. Explora opciones como personal de cuidado a domicilio para aliviar tu carga.

5. Anticipa y planifica imprevistos
Las emergencias son comunes en el cuidado, pero puedes estar mejor preparado:

  • Teniendo un kit de emergencia con medicamentos, números de contacto y documentos importantes.
  • Planificando alternativas para cubrirte si no puedes atender a tu ser querido un día, como contactar a otro familiar o un servicio profesional.
  • Revisando regularmente tu agenda para anticipar posibles cambios o conflictos de horario.

6. Practica el autocuidado activamente
Cuidar a alguien no debe significar descuidarte a ti mismo.

  • Cuida tu salud. Mantén una alimentación equilibrada, haz ejercicio y duerme lo suficiente.
  • Redes de apoyo. Únete a grupos de apoyo para cuidadores, donde puedas compartir experiencias y consejos.
  • Descanso consciente. Programa actividades que te permitan desconectarte y recuperar energías.