Casi una de cada tres personas mayores de 65 años experimentan algún grado de pérdida auditiva, tal y como indica un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Esta pérdida auditiva no solo afecta a la capacidad de comunicación, sino que también tiene un gran impacto en el bienestar emocional y social de este segmento poblacional.

Por ello, es fundamental la detección precoz y el tratamiento profesional a la hora de prevenir problemas asociados como el aislamiento, la depresión y el deterioro cognitivo. Y es que la pérdida auditiva puede tener un impacto significativo en la vida de las personas.

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La pérdida auditiva tiene un gran impacto en el bienestar emocional y social, pudiendo generar aislamiento, depresión y deterioro cognitivo

Los expertos de Aural Centros Auditivos destacan tres riesgos principales asociados a la pérdida auditiva:

  • Aislamiento social
    Las dificultades para seguir conversaciones generan frustración, lo que lleva a evitar reuniones familiares o interacciones sociales. Esto incrementa el riesgo de soledad.
  • Ansiedad y depresión
    Según The Lancet, los adultos mayores con pérdida auditiva no tratada tienen un 40% más de probabilidades de desarrollar trastornos depresivos.
  • Deterioro cognitivo
    Investigaciones de la Universidad Johns Hopkins confirman que la pérdida auditiva es uno de los principales factores de riesgo asociados con la demencia en adultos mayores.

Tal y como señala Ingrid Rubio, directora de Audiología de Aural Centros Auditivos, «es crucial entender que la pérdida auditiva no es un simple inconveniente. Su impacto va mucho más allá de la comunicación, afectando directamente la salud emocional y social de los pacientes«.

Desde esta compañía especializada en audiología se proponen tres claves para prevenir y mitigar el impacto en el bienestar emocional de la pérdida auditiva:

  1. Detección precoz
    La realización de pruebas auditivas anuales a partir de los 60 años es fundamental para identificar problemas en etapas tempranas.
  2. Asistencia profesional
    Un diagnóstico adecuado y la adaptación de soluciones personalizadas mejoran la capacidad auditiva y facilitan la reintegración social.
  3. Concienciación
    Promover el conocimiento sobre los efectos de la pérdida auditiva y la importancia de su tratamiento permite a los pacientes y sus entornos comprender el problema y buscar soluciones eficaces de manera temprana.