El Imserso ha establecido sus objetivos y líneas de actuación para este año 2025 encaminados a seguir avanzando en las políticas sociales que incidan en el bienestar de las personas mayores, como señalan desde el Instituto de Mayores y Servicios Sociales. Una de las principales líneas de actuación será liderar el proceso de la reforma de la Ley 39/2006, de 14 de diciembre, de Promoción de la Autonomía Personal y Atención a las Personas en Situación de Dependencia (LAPAD).
La modificación de este ley responde al mandato constitucional que obliga a los poderes públicos a impulsar políticas que garanticen la autonomía y la inclusión social de las personas. Este mandato requiere transformar el actual sistema asistencialista hacia un modelo basado en derechos, la autonomía, la vida independiente y atención personalizada, centrado en los cuidados y apoyos necesarios para mantener a las personas conectadas con su entorno comunitario, señalan desde el Imserso.

La reforma busca que las personas en situación de dependencia puedan ejercer el máximo control sobre sus decisiones, respetando su voluntad y preferencias, mediante el acceso a cuidados y apoyos adecuados. El objetivo es que, independientemente de su edad, discapacidad o nivel de dependencia, cada persona pueda elegir y desarrollar una vida plena, significativa y en comunidad.
Este año se iniciará la tramitación formal de esta reforma, en la que participarán las comunidades autónomas, la administración local, agentes sociales, tanto sindicales como empresariales, las personas mayores, representadas especialmente a través del Consejo Estatal de las Personas Mayores, así como el mundo académico.
La reforma de la Ley 39/2006 busca modernizar el sistema de atención a la dependencia, aportando mayor flexibilidad y personalización para adaptarse mejor a las necesidades y preferencias de las personas. Se actualizan conceptos fundamentales, como la vida independiente y el proyecto de vida, y se amplía el catálogo de servicios para incluir nuevas opciones, como los cuidados en viviendas.
Además, se eliminan las restricciones y se suprime el artículo referido a las incompatibilidades entre prestaciones, se refuerzan los derechos de las personas cuidadoras no profesionales y se simplifican los procedimientos administrativos.
Todo ello tiene como objetivo «promover un modelo basado en la autonomía, la inclusión social y la accesibilidad, que ofrezca cuidados y apoyos adaptados a cada situación, mejorando la calidad de vida de las personas en situación de dependencia y de quienes les brindan cuidados», indica el Imserso.
Esta año el Imserso también continuará el despliegue de la Estrategia Estatal para un Modelo de Cuidados y sus planes operativos, siguiendo las directrices del Ministerio de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030, y se pondrá en marcha una actuación estratégica para el Sistema para la Autonomía y Atención a la Dependencia (SAAD): el diseño de un marco referencial de calidad y un sistema común de evaluación de sus servicios, a través de una Ponencia Técnica de Calidad.
Otra de las actuaciones principales será el diseño y aprobación de una Estrategia Nacional de Soledad, que adoptará un enfoque transversal que reconozca la soledad como un problema de toda la sociedad, no limitado exclusivamente a la vejez, y que afecta al bienestar físico, emocional y comunitario de las personas.
Pueden consultar aquí el documento que recoge los objetivos y líneas de actuación del Imserso para el año 2025
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