Cinco años después de la declaración del estado de alarma por la pandemia persisten las mismas deficiencias estructurales en el sector de los cuidados, tal y como denuncia Rafael Sánchez-Ostiz, presidente de CEAPs, entidad desde la que se exige una coordinación sociosanitaria efectiva y que el sistema público asuma su responsabilidad en la atención sanitaria de las personas que viven en residencias.
Y es que al cumplirse cinco años desde el inicio de la pandemia de COVID-19, desde el Círculo Empresarial de Atención a la Dependencia (CEAPs) se recalca que el sector de los cuidados en España continúa presentando “las mismas deficiencias estructurales” que quedaron al descubierto durante la mayor crisis sanitaria de la historia reciente.

Rafael Sánchez-Ostiz, presidente de CEAPs, denuncia que persisten como asignaturas pendientes y urgentes un lustro después:
- la infrafinanciación del sector
- el déficit de profesionales
- las desigualdades entre comunidades autónomas
- y, especialmente, la ausencia de una coordinación sociosanitaria efectiva que «deje de discriminar a las personas mayores o personas en situación de dependencia que viven en residencias por el simple hecho de residir en ellas«, recalca Sánchez-Ostiz,.
«Como sociedad no podemos permitirnos seguir en el mismo punto en el que estábamos en 2020”, señala el presidente de CEAPs, y no solo por posibles futuras pandemias, sino también de cara a dar respuestas a las necesidades de las personas mayores de hoy y de mañana.
Pese a que el anteproyecto de ley de reforma de la Dependencia, aprobado recientemente, obligue a los gobiernos autonómicos a implementar procedimientos de coordinación entre los servicios sanitarios y sociales, con el objetivo de proporcionar una atención integral que combine ambas áreas, el máximo representante del CEAPs expresa su escepticismo sobre su implementación efectiva si no existe “una decisión de Estado a alto nivel”.
“Es absolutamente necesario que el sistema público asuma su responsabilidad en la atención sanitaria
de las personas que viven en residencias porque, no olvidemos, que la sanidad es un derecho universal reconocido por la Constitución española”, incide el presidente de CEAPs, para quien “no puede ser que se esté geriatrizando el sector de los cuidados cuando las residencias no son hospitales, son los hogares de las personas más vulnerables del sistema, que tienen enfermedades crónicas y pluripatologías que necesitan de la atención de profesionales sanitarios«.
Sánchez-Ostiz reconoce que, al menos, ahora el sector está más preparado para afrontar una hipotética pandemia después de que todas las comunidades autónomas hayan implantado protocolos de actuación y medidas de protección. Sin embargo, lamenta que “el modelo de actuación siga fragmentado en 17 submodelos y no exista una estrategia unificada a nivel nacional”. Para el responsable de la patronal de residencias con mayor representatividad en España, es fundamental, además, que todos los profesionales que trabajan en una residencia tengan el mismo nivel de protección que el personal sanitario.
Como afirma el presidente del CEAPs, la pandemia evidenció la necesidad de reforzar plantillas, pero cinco años después el sector sigue sin encontrar médicos, enfermeras y gerocultores suficientes que garanticen una atención de máxima calidad en los centros y servicios que se ofrecen.
Esa falta de profesionales se agudiza aún más teniendo en cuenta el incremento constante de necesidades de una población cada vez más envejecida y longeva y las exigencias de incrementar ratios. Según los cálculos de CEAPs, en 2030 el sector va a necesitar 100.000 profesionales más para la prestación de servicios en un entorno de financiación que “crece a paso de tortuga».
Para paliar el déficit endémico de profesionales, CEAPs exige, entre otras medidas, que se corrija la infrafinanciación histórica a la que está sometida el sector, lo que permitiría ofrecer salarios dignos y condiciones laborales atractivas para que más personas se interesen por trabajar en él. Y, en paralelo, que se flexibilicen los roles profesionales y se agilicen los procesos de contratación de personas extranjeras para atraer a profesionales bien formados.
Para tratar estas cuestiones Sánchez-Ostiz ha solicitado una reunión con el ministro de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030, Pablo Bustinduy, para abordar las carencias estructurales que afectan al sector de los cuidados y colocar el sector de los cuidados en una situación óptima para evitar que vuelva a repetirse una situación como la vivida durante la pandemia por coronavirus.