Un artículo de Esther Segador Gallego,
estudiante en prácticas del Máster en Psicología General Sanitaria de la Universidad Villanueva
Supervisado por Giovanna Cisneros Gálvez,
psicóloga general sanitaria Cognitiva Unidad de Memoria Chamartín

Los hábitos saludables son imprescindibles para ralentizar el proceso de envejecimiento y mejorar la salud. A continuación, vamos a hacer un breve recorrido sobre los hábitos de vida más recomendados por los expertos (Asociación de Psicología y Educación et al., 2011).

  • Actitud positiva

Debemos tener en cuenta que los años nos aportan sabiduría, experiencia y perspectiva sobre la propia vida. Aprender a aprovechar cada momento y a disfrutar más del tiempo libre y de las aficiones que se tengan. La jubilación es el inicio de una nueva etapa, donde se tiene la oportunidad de disfrutar de familiares y amigos. Adaptarse a cada momento vital, trabajar en la promoción de la salud para poder alargar la longevidad y mejorar nuestra calidad de vida (Asociación de Psicología y Educación et al., 2011).

  • Estrés

El estrés causa malestar, desasosiego y, además, acelera el envejecimiento. Se recomienda tener una buena educación emocional, un manejo adecuado de las emociones, para ralentizar el envejecimiento.

  • Estimulación cognitiva

Se recomienda tener estilos mentales de vida saludables tales como realizar actividades intelectuales, ejercicios que activen las diferentes capacidades cognitiva (memoria, lenguaje, cálculo, pensamiento lógico etc.).

Según Esteve y Gil (2012) el hábito de la lectura y un nivel adecuado de educación se consideran dos factores de protección frente al deterioro cognitivo. Se ha investigado que para que esto ocurra, la persona tiene que poseer el hábito de lectura frecuente durante más de cinco años y poseer estudios primarios completos.

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En la imagen, una sesión de estimulación cognitiva en Cognitiva Unidad de Memoria Chamartín
  • Actividad física

El ejercicio mejora el estado físico y mental de las personas sin importar la edad. La cantidad de ejercicio físico va a variar en función del estado de salud de la persona. Para mantenerse activos es recomendable realizar unos 30 minutos de ejercicio moderado al día. Realizar ejercicio físico reduce la presión sanguínea, disminuye el colesterol, fortalece el sistema circulatorio, mejora el estado anímico, mejora las funciones cognitivas, hace que la persona se sienta más activa, aumenta la autoestima y reduce la ansiedad.

  • Dieta equilibrada

Es necesario cuidar la alimentación. Según (Bryan, 2004), una dieta antioxidante rica en verduras, frutas, cereales, alimentos con omega 3 como los pescados azules, la fibra, beber ocho vasos de agua al día y alimentos con antioxidantes como las vitaminas B, C, E, los betacarotenos como las zanahorias y los minerales retrasan la aparición de algunas enfermedades crónicas como el Alzheimer.

  • Sueño

El sueño es uno de los factores más importantes para la vida. Se recomienda dormir 7- 8 horas al día. Toda alteración del sueño interfiere en la vida diaria de las personas. Cuando no dormimos bien, no rendimos bien durante el día, nos volvemos más irritable, empeora nuestra concentración, tenemos muchos cambios de estado de ánimo y tenemos mayor probabilidad de tener accidentes o caídas.

  • Consumo de alcohol y tabaco

Evitar consumo de alcohol, según Expertos del Consejo de la Unión Europea, provoca un aumento en la mortalidad general. Igualmente, no consumir tabaco reduce la posibilidad de padecer enfermedades respiratorias y del corazón.

Conclusiones

Hasta un 70% de los factores que provocan el aceleramiento del envejecimiento de las personas son la causa directa de los hábitos de vida y del medio ambiente de la persona. Es por esto, que deberíamos llevar, en la medida que podamos, hábitos de vida saludables para sentirnos mejor mental y físicamente y poder alargar la longevidad disfrutando de nuestros seres queridos y de nuestra propia compañía.