/p>Esta ha sido una de las principales conclusiones de la IV Reunión de la Asociación Mundial de Medicina Genómica, celebrada recientemente en la sede del Centro de Investigación Biomédica EuroEspes en Bergondo (La Coruña).
Este encuentro estuvo centrado en el análisis de las causas y los tratamientos de los dos trastornos neurodegenerativos más importantes de los países desarrollados: la enfermedad de Alzheimer, que ya padecen 50 millones de personas en el mundo,  y la enfermedad de Parkinson, que presenta una prevalencia superior a los 1.700 casos por 100.000 habitantes en la población mayor de 65 años.
Dr. Ramón Cacabelos, Catedrático de Medicina Genómica y Presidente del Centro de Investigación Biomédica EuroEspes
Ramón Cacabelos, Catedrático de Medicina Genómica y Presidente del Centro de Investigación Biomédica EuroEspes

Los asistentes a este foro científico coincidieron en señalar que el origen de ambas patologías está en la confluencia de factores genéticos, epigenéticos y medioambientales, y que los trastornos neurodegenerativos que desencadenan empiezan a destruir nuestras neuronas varias décadas antes de que se manifiesten los primeros síntomas.
Por lo tanto, para el tratamiento tanto del Alzheimer como del Parkinson, resulta fundamental, en primer lugar, encontrar y establecer biomarcadores predictivos que permitan identificar a la población de riesgo antes de que se manifieste la enfermedad, y en segundo lugar, desarrollar tratamientos que, en lugar de atacar los síntomas, protejan a las neuronas frente a un proceso de muerte prematura. Estos tratamientos, para que sean totalmente efectivos, deberán personalizarse, además, en base al perfil farmacogenético de cada paciente.
En este sentido, el Dr. Ramón Cacabelos, Catedrático de Medicina Genómica y Presidente del Centro de Investigación Biomédica EuroEspes, se hizo eco de la preocupación de la comunidad médica y las familias por la falta de tratamientos específicos para el Alzheimer, basándose en el hecho de que la industria farmacéutica ha sido incapaz de obtener un solo fármaco eficaz, tras más de 400 ensayos fallidos con moléculas nuevas en los últimos 15 años.
También hizo hincapié en la conveniencia de personalizar el tratamiento del Parkinson para disminuir la toxicidad y los efectos secundarios que generan los medicamentos antiparkinsonianos en pacientes condenados a consumirlos de por vida.
Pero, sobre todo, dejó claro que la lucha contra las enfermedades neurodegenerativas sólo será efectiva interceptando el proceso de muerte neuronal con estrategias preventivas en la población de riesgo, años antes de que la enfermedad se manifieste clínicamente.
Asimismo, la IV Reunión de la Asociación Mundial de Medicina Genómica fue el escenario elegido por los científicos de EuroEspes para presentar los nuevos avances en la vacuna “EB-101” contra el Alzheimer, así como los primeros estudios y resultados clínicos obtenidos con “Atremorine”, un nuevo producto para la prevención y tratamiento de la enfermedad de Parkinson, que protege las neuronas dopaminérgicas dañadas.