El Ayuntamiento de Barcelona ha puesto en marcha la «Estrategia de cambio demográfico y envejecimiento 2018-2030«, un plan que contempla 77 acciones para impulsar los servicios comunitarios, integrales y de cuidado, el envejecimiento activo y la convivencia intergeneracional.

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Este Plan contempla 77 acciones para impulsar los servicios comunitarios, integrales y de cuidado, el envejecimiento activo y la convivencia intergeneracional

En Barcelona una de cada cinco personas tienen más de 65 años, cifra que aumentará durante las próximas décadas y se calcula que en el año 2030 uno de cada tres habitantes de la Ciudad Condal tendrá 60 años o más, y que el 66% de las personas mayores de 80 años serán mujeres.

En la actualidad hay aproximadamente 165.000 personas mayores de 75 años, una tercera parte de ellas viven solas y cada día se incorporan 13 al Servicio de Teleasistencia y 6 al Servicio de Ayuda a domicilio municipal.
Y para adaptar la ciudad a estos retos demográficos se ha puesto en marcha esta Estrategia que es resultado de un trabajo colectivo con expertos y diversos espacios de participación. Su objetivo es anticipar unas políticas municipales adaptadas al cambio demográfico y ajustar los servicios y equipamientos a las necesidades de las próximas generaciones.
La tendencia, además, indica un cambio en el perfil de las próximas generaciones de personas mayores. Por una parte, estarán mejor preparadas académicamente, tendrán una carrera profesional más larga y más salud. Por la otra, aumentará el número de personas con deudas pendientes o sin vivienda en propiedad, un hecho que influirá en la gestión económica doméstica.
Para adaptarse a estos cambios demográficos, el nuevo plan incluye 77 acciones enmarcadas en cuatro ejes principales:

  • Impulsar los servicios públicos del cuidado
  • Fomentar la convivencia y el intercambio generacional
  • Facilitar el aprendizaje y los espacios de participación
  • Profundizar en los efectos sociales y urbanos del cambio demográfico

Para acercar la atención a las personas mayores y avanzar con respecto a la habilitación de las superislas de cuidados (zonas en los barrios que disponen de diversos servicios sociales y espacios comunitarios), se ha cartografiado la ciudad, manzana a manzana, con los perfiles sociales de los usuarios. Así, se podrá determinar con más detalle dónde es más adecuado agrupar los equipamientos.
Además, se prevé que se desarrollen caminos amigos para las personas mayores, medidas para facilitar el acceso a la cultura y reducir la brecha digital, elaborar un libro blanco sobre educación y analizar las necesidades de los colectivos más vulnerables para planificar acciones concretas.

Prevenir accidentes de tráfico entre las personas mayores

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La Guardia Urbana de Barcelona asesora los mayores para acceder y bajar de los autobuses con seguridad

Con el objetivo de reducir la accidentalidad de las personas mayores en la vía pública en los transportes públicos, bajo el lema “Personas mayores: queremos vuestra seguridad” la Guardia Urbana de Barcelona ha empezado una experiencia piloto en los barrios de la Sagrada Família y en el Besòs.
Gracias a esta iniciativa, los equipos de Policía de Barrio de la Guardia Urbana asesoran a las personas mayores de 65 años de estos barrios sobre prevención de accidentes en la vía pública y para evitar las caídas dentro del transporte público, especialmente en los autobuses urbanos.

Y es que las personas mayores son un colectivo especialmente vulnerable con respecto a los accidentes de tráfico como peatones. En uno de cada tres atropellos en la Ciudad Condal hay implicada una persona de más de 65 años, y en torno al 70% de las caídas dentro del transporte público son de personas mayores.
Mayoritariamente, las personas mayores llevan a cabo las tareas cotidianas en su barrio, y para moverse, el transporte más utilizado es el autobús. Para mejorar la seguridad de estos desplazamientos, los agentes de la Guardia Urbana recorren el barrio con personas mayores que participan en la prueba piloto para reforzar hábitos de movilidad como peatones, como por ejemplo atravesar las calles con seguridad. Así mismo, se le informa sobre posibles peligros que se pueden encontrar en el espacio público, como los vehículos de movilidad personal.
Estas personas mayores también efectúan un recorrido en un autobús urbano y reciben indicaciones y consejos para evitar caídas y para acceder y bajar del autobús con seguridad.
La Guardia Urbana ha impulsado esta prueba piloto en coordinación con la Dirección de Servicios a la Infancia, Juventud y Personas Mayores y con Transports Metropolitans de Barcelona (TMB).