/p>La firma Rentokil Initial presenta la Burbuja térmica, una nueva solución de control de plagas consistente en una cámara portátil de desinsectación que utiliza rayos infrarrojos en lugar de los tradicionales gases.
Algunas de sus grandes ventajas son que se puede usar dentro de habitaciones y se pueden tratar, sin dañarlos y sin esperas ni plazos de seguridad, objetos y muebles de todo tipo, incluso los más delicados como alfombras, flores secas, tapices, colecciones de insectos, libros y electrodomésticos.
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Con la Burbuja térmica de Rentokil Initial se pueden tratar objetos y muebles de todo tipo, incluso los más delicados

Se considera el tratamiento complementario perfecto para control de chinches en residencias, hospitales u hoteles, ya que los elimina en todas sus fases en el interior de colchones, mesillas o sofás. Además, solo es necesario un tratamiento para eliminar la plaga, lo que la convierte en un sistema muy rápido, en unas cinco horas estará todo listo.
La Burbuja térmica de Rentokil Initial está especialmente recomendada para acabar con plagas de chinches, xilófagos y escarabajos textiles entre otras. CEstá realizada con un tejido flexible basado en nanotecnología y a la hora de su uso tiene muchas ventajas, ya que es portátil, ligera (pesa 26 kg), flexible y se conecta a un enchufe normal.
Uno de los aspectos más destacables de este tratamiento es su bajo impacto medioambiental. Se trata de un sistema de eliminación de plagas respetuoso con el medio ambiente ya que no se utilizan biocidas, permite una reducción de la huella de carbono, al emitir menos CO2, y su consumo energético equivale al de una vitrocerámica doméstica.
Los objetos a tratar se introducen dentro de la cámara y se exponen a la acción de la radiación infrarroja que afecta directamente a las moléculas de proteínas de los insectos, provocando su calentamiento progresivo y desecación. De este modo se segura la eliminación del insecto en todas sus fases, incluidos huevos y pupas. La temperatura interior de la burbuja no supera los 57ºC por lo que no daña pinturas, barnices, resinas o colas del mobiliario.

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