Un artículo de Martina Alejandra Velázquez Quirarte, enfermera y supervisora de centro geriátrico

Los factores psicosociales y de riesgo laboral en la actividad de enfermería en un centro geriátrico son muy importantes, dada la función que ejerce la enfermera en el cuidado del adulto mayor. Hay que tener presente los riesgos físicos, psicológicos y otros relacionados con las condiciones de trabajo, como: descansos, organización con respecto a la jornada  laboral.
Los factores de riesgo de trabajo en las residencias geriátricas son diversas y, en concreto, se limitan en:
· Físicos: desgaste físico como profesional.
· Psicológicos: el desgaste emocional, o síndrome del cuidador.
Existen centros donde el número de enfermeras es insuficiente respecto a la demanda y donde la enfermera ejerce otras funciones diferentes al apoyo clínico del paciente, por lo cual la atención es inadecuada.
Una de las funciones de la enfermera, entre otras, es mejorar la calidad de vida del paciente por medio de prácticas específicas como:

  • Ayuda en la higiene del residente
  • Ayuda en la alimentación
  • Asistir en el desplazamiento y deambulación
  • La administración de medicamentos
  • La rehabilitación de acuerdo con las indicaciones recibidas

geriatricarea enfermeras
Existen centros donde el número de enfermeras es insuficiente y donde ejercen otras funciones diferentes al apoyo clínico del paciente

El cansancio emocional y el agotamiento producidos por las jornadas laborales en ocasiones excesivas, son reflejo de acciones insensibles y apáticas hacia los ancianos, el trato despectivo y en ocasiones inhumano en el trato cotidiano se convierte en algo común, por desgracia.
La falta de promoción laboral, el escaso salario no compensado con el esfuerzo y empeño del personal, con frecuencia genera en las enfermeras sentimientos de impotencia en el trabajo, y a valorarnos negativamente.
En los centros geriátricos es común ver que las funciones propias de la enfermería las ejercen personal que no está capacitado, ¿por qué?…
Los estudios realizados, la situación laboral y social del país obligan a los centros geriátricos a contratar este tipo de personal por su bajo costo como mano de obra, lo que genera un estrés laboral por la jerarquía. Como enfermera me cuesta trabajo tener que delegar funciones a personas que desconocen el manejo de un anciano, dando por hecho que debe saber por la razón de estar trabando en dicho centro.
Funciones propias de enfermería que realizan personal no calificado tienen como consecuencia la mala fama de algunos centros geriátricos. Esto se debe a la poca importancia que se le brinda a una enfermera certificada, y se genera unj trato despectivo a una enfermera de un centro geriátrico respecto a una enfermera que trabaja en el ámbito hospitalario, ¿por qué?…
Se tiene la idea de que la enfermera que ejerce en un geriátrico solo cambia pañales, cuando sus funciones reales son cuidados integrales del paciente geriátrico. No realiza funciones más clínicas por una sencilla razón, la normativa de los centros geriátricos: no son hospitales y las personas tienen un vago concepto de lo que es y se espera de un centro geriátrico. Y muchos de ellos no cuentan con la certificación adecuada, lo que impide como enfermeras ejercer nuestra labor de forma adecuada, que sería lo ideal para el adulto mayor.
No obstante la carga física y emocional de la enfermera pueden ocasionar factores de riesgo laboral, que pocas veces es valorado como importante, porque no se tiene un número adecuado de trabajadores y no se clasifican de manera adecuada a los pacientes, es decir, dependientes físicos y psicológicos. Esto genera estrés y presión laboral, pues las necesidades y demandas de atención del paciente son excesivas.
En los riesgos a consecuencia de manejo de sustancias biológicas, que resultan en nocivas para la salud, no se toman en cuenta el contacto con pacientes infectocontagiosos… En algunas residencias geriátricas no se tiene un control adecuado del paciente que ingresa.
El cansancio de la jornada laboral es en ocasiones un factor de riesgo debido al esfuerzo físico, de levantar y mover a los pacientes cuando no se cuenta con lo necesario (grúas, fajas de soporte lumbar). La seguridad y el riesgo se hace mayor si no se cuentan con las condiciones adecuadas: un piso resbaladizo, obstáculos que impiden el libre tránsito, la falta de un botiquín para aplicar los primeros auxilios en caso de accidente…
La mayoría de las enfermeras que trabajamos en una casa de descanso estamos sometidas a un estrés emocional. Convivir de forma diaria con personas en fase terminal, deprimidas y enfermas; el turno nocturno que alteran el ritmo biológico; la carga de trabajo; la alta responsabilidad que se requiere; la contratación temporal, y la falta de prestaciones, son factores que influyen en una baja autoestima, y realización personal. Es por esa razón que disminuye la calidad de atención del adulto mayor. Esto no significa que ocurra de forma general en todas las personas que trabajamos con adultos mayores, pero si es frecuente.
¿Cómo veo el panorama laboral de la enfermera en los centros geriátricos? Pues muy desalentador. Si no se dignifica y valora la profesión, y si los centros geriátricos no invierten en su buen funcionamiento y equipamiento, aunque su costo sea más elevado, dará como resultado lo que actualmente vemos en los centros no certificados que cuentan con personal no capacitado… Y quien sufre, por desgracia, las consecuencias es el adulto mayor.
La formación de las enfermeras y cuidadoras es vital para mejorar el servicio y calidad de vida de las personas de la tercera edad. Lo ideal sería una mayor motivación por su desempeño laboral, sea económica o promoción del trabajador, para sentirse una persona útil, y valorada. El respaldo del centro geriátrico a sus enfermeras es vital, y si no se cuenta con él es difícil reaizar las funciones hasta el final.
Estos son, en lo personal, algunos puntos clave para el buen desempeño laboral de la enfermera en un centro geriátrico:

  • Mantener un ritmo de trabajo adecuado
  • La formación de acuerdo al puesto laboral
  • Contar con el material y equipo de trabajo adecuado
  • Fomentar una comunicación y disciplina laboral adecuada, así como el compañerismo

Artículo publicado en la web de Geriatri-k, empresa especializada en consultoría y formación gerontológica.