/p>Con el objetivo de preservar las características visuales de los alimentos y hacer más atractivos los platos que se ofrecen a las personas mayores residentes en sus centros, la compañía DomusVi está incorporando impresoras 3D en las cocinas de sus residencias.
Y es que como suele decirse, “también se come por los ojos”, y uno de los principales problemas de nutrición en los mayores es la pérdida del apetito derivada de restricciones alimentarias por problemas de salud, de masticación o de deglución. El empleo de impresoras 3D permiten dar una forma muy realista a alimentos texturizados y triturados, de forma que residentes con dietas blandas pueden recuperar el placer de disfrutar de, por ejemplo, un trozo de pan con chocolate. Y es que recuperar el placer por la comida mejora las condiciones nutricionales de los mayores, con dietas más equilibradas y, en definitiva, mejora su salud.
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El empleo de impresoras 3D permite mantener el gusto, el aspecto y el olor de los alimentos originales en preparaciones texturizadas que permitan una fácil masticación y deglución

Con las impresoras 3D el personal de cocina da forma a los platos texturizados: se pueden presentar con su aspecto original o como flores u otras presentaciones agradables a la vista. Las impresoras funcionan de manera similar a una manga pastelera robotizada: añaden capas de comida reproduciendo el dibujo predeterminado en tres dimensiones.
Los platos se elaboran de la manera tradicional y se texturizan para conseguir un puré espeso. Este se incorpora en cartuchos (de forma similar a las jeringuillas), se programa el dibujo tridimensional que se quiere realizar y, mediante émbolos automáticos, la máquina dosifica cada ingrediente en la cantidad y el lugar programados hasta que realiza el diseño. El resultado es un plato sabroso con una esmerada presentación.
Tal y como explica, Nekane Cárdenas, nutricionista de DomusVi, “la apariencia atractiva de los platos no solo predispone a una mayor satisfacción con la comida, sino que favorece la ingesta de los mismos, ya que, como dice la cultura tradicional, la comida entra por los ojos”. Esta especialista destaca que “la alimentación de las personas mayores se asocia muchas veces a adjetivos como rutinaria, no atractiva, aburrida, poco imaginativa, especial etc. En DomusVi trabajamos para romper con esa visión y ofrecer una equilibrada y correcta alimentación compatible con el disfrute y la experiencia sensorial de la comida, porque nuestro objetivo es servir a los mayores con los más altos estándares de calidad”.
En este sentido, el equipo de nutricionistas de DomusVi trabaja desde hace años en mejoras que aporten una dieta saludable dirigida a los mayores. Además de ser equilibrada y correcta, debe estar adaptada a la capacidad de masticación y deglución e incluir platos que la persona conozca y consuma habitualmente. La comida debe tener la consistencia adecuada, agradable al paladar, idónea elaboración y una buena presentación gastronómica.
En 2013, DomusVi introdujo en sus centros la alimentación texturizada, que resultó clave para solucionar la problemática de la consistencia de los alimentos. Permitió adecuar los platos del menú normal a la capacidad masticatoria o deglutoria de los residentes, sin disminuir el valor nutricional, sin modificar el sabor y sin aumentar el tamaño de la ración, efectos inevitables y negativos cuando con los triturados clásicos se transforman los platos de consistencia dura a puré.
Ahora, con el empleo de impresoras 3D, esta compañía mejora la presentación de los platos. El primer centro en implantar esta innovadora técnica ha sido la residencia DomusVi Bonanova, en Barcelona, donde ya se sirven platos texturizados con dibujos tridimensionales, lo que se refleja en un mejor nivel de aceptación del menú. Tras el éxito inicial de la aplicación de esta innovación en la residencia DomusVi Bonanova, la empresa extenderá el uso de impresoras 3D a otros centros de su red.